En un comunicado, el colectivo manifestó que "causa sorpresa que, en la actual situación de crisis social y económica, algunos ciudadanos decidan movilizarse para paralizar actuaciones que benefician a otros ciudadanos, en concreto a los más necesitados".

Los vecinos comenzaron el día 1 de mayo con una campaña informativa en la que convocaban a una reunión el día 2 para estudiar la situación y decidir los pasos a realizar en los días sucesivos. Señalaban en sus misivas que "con ocultismo" la administración pretendía establecer un centro para enfermos mentales, olvidando al gran número de menores —alumnos de colegios— que pasaban por la zona.

El día 2 decidieron convocar un acto de concentración para ayer contra este centro, invitando a todos los vecinos a acudir con sus hijos "al ser ellos los más afectados".

Para Apdha, estas iniciativas no son más que "una demostración de las creencias erróneas de los ciudadanos, que ya han sido transmitidos a sus hijos y que posiblemente hayan calado de forma permanente en ellos". De este modo, añadió que "los enfermos mentales no son más peligrosos que cualquier otro ciudadano y que la asistencia a estos reduce o elimina la peligrosidad que, como cualquier otro ciudadano, pudieran presentar al controlar su medicación y estado de salud".

La asociación propone a los vecinos que se informen en las asociaciones vecinales de otros barrios sobre las consecuencias positivas de estos centros. Animando en cualquier caso, a la administración a realizar más campañas para dar a conocer la realidad de este colectivo a fin de "eliminar estas creencias erróneas".

Las obras corren a cargo de la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (Faisem), cuyo presidente, Juan Antonio Moñiz, subrayó la posibilidad de "atender y explicar el proyecto a todos los que lo soliciten". Según señala 'Diario Córdoba' en su edición de hoy, Moñiz explicó que "Faisem abrió la primera casa hogar en Córdoba en 1997, desde entonces se han abierto otras dos y funcionan además 16 pisos como viviendas supervisadas de enfermos mentales y nunca se han producido incidencias con los vecinos".

En este sentido, comentó que "el rechazo puede ser fruto del desconocimiento, ya que los 20 enfermos residentes en esta casa hogar, ni son peligrosos, ni delincuentes, ni presentan patologías que impliquen trastornos o comportamientos de conducta que puedan afectar la convivencia".