En declaraciones a los periodistas, hoy, antes del inicio de las deliberaciones, la presidenta de Hispasat, Petra Mateos-Aparicio, predijo que será una decisión "difícil" por la concurrencia de candidaturas "extraordinarias" en todos los campos, desde la biotecnología y la aeronáutica a la medicina, disciplina de la que se mostró partidaria.

El científico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Amador Menéndez, dijo que entre las 35 candidaturas hay varios médicos y cirujanos que estudian la bioquímica del dolor y diversas opciones vinculadas al medioambiente, como la de la hidróloga sueca, Malin Falkenmark, cuyas investigaciones se centran en localizar los recursos y diseñar tratamientos capaces de abaratar los costes de potabilización.

Entre sus favoritos, mencionó también la candidatura de la microbióloga estadounidense Rita R. Colwell, que desarrolla también métodos para purificar el agua y una conjunta de tres investigadores que abordan las causas del dolor y diseñan nuevas estrategias para poder combatirlo.

Por su parte, el rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, dijo que veinte de los treinta y cinco aspirantes al galardón son "muy buenos" y coincidió con el resto de jurados al señalar que el campo de la biomedicina está "muy bien representado", con varias candidaturas "muy potentes".

Lo mismo opinó el catedrático de Biología Celular César Nombela, que aseguró que los Premios tratan de reconocer el esfuerzo de quienes exploran las posibilidades de espacios aún por descubrir. Así, puso en valor a los candidatos pertenecientes al mundo de la biomedicina, la neurobiología o la nutrición. "Hay otras opciones, pero las ciencias de la vida representan el 50 por ciento de la actividad científica en todo el mundo", argumentó.

El secretario del jurado, José Antonio Martínez-Álvarez, dijo que las candidaturas son "buenas en conjunto" y proceden de campos "bien distintos", con lo que la capacidad de selección es "mayor".

Martínez-Álvarez destacó la necesidad de que las investigaciones teóricas se traduzcan en aplicaciones prácticas, en momentos en los que la sociedad y el mundo están necesitados de soluciones a problemas como las contaminaciones globales y los cambios ambientales. A su juicio, "cualquier cosa que pueda atacar la degradación del Planeta es bienvenida, porque el desarrollo produce contaminación y ésta acelera enfermedades".

La profesora de Investigación del Centro de Investigaciones Biológicas (Madrid), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Flora de Pablo, defendió la labor del Premio como elemento de "protección de la investigación europea, que puede estar en horas bajas". En este sentido, De Pablo, aseguró que "en igualdad de características", se decantaría por "alguna candidatura de biología o biomedicina de alguna personalidad europea".

Asimismo, mostró su preferencia por las candidaturas personales, unipersonales y de grupos, frente a las de instituciones. "Hay candidaturas institucionales y es estupendo apoyarlas, pero creo que los que nos dedicamos a la investigación necesitamos un apoyo en tiempos de crisis", justificó.

Otros aspirantes al Premio, que el año pasado reconoció a los "padres" del teléfono móvil y del correo electrónico, son el Instituto Karolinska, el informático finlandés, Linus Torvalds y el biólogo estadounidense, Edward O. Wilson.

El Premio está dotado con cincuenta mil euros, una escultura diseñada por Joan Miró, un diploma y una insignia acreditativos y será entregado, junto al resto de categorías, en una ceremonia que se celebrará en octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo y que estará presidida por S.A.R. el Príncipe de Asturias.