Cine alemán: se rompe el hielo

  • Durante años, las películas germanas apenas llegaban a nuestro país.
  • 'El hundimiento' o 'La vida de los otros' cambiaron la tendencia.
  • Arranca en Madrid un festival con obras inéditas en España.
Imagen de la película Nanga Parbat.
Imagen de la película Nanga Parbat.
Imagen de la película Nanga Parbat.

Kant, Nietzsche o Karl Marx moldearon el pensamiento moderno. Goethe, Thomas Mann o Hermann Hesse firmaron novelas maravillosas. ¿Y qué sería de la música sin Beethoven, Händel o Wagner? Alemania no es sólo un motor económico: también lo es cultural. Y, con él, su cine.

Hablar de cine moderno sin citar a Murnau, Lubitsch o Lang es inconcebible. Su testigo fue tomado por Fassbinder, Wenders o Herzog, pero algo se perdió en el camino. El espectador español se alejó del celuloide teutón. Para evitarlo, surgieron iniciativas como el Festival de Cine Alemán.

Cinco días en Madrid

Desde hace doce años German Films, entidad que promociona el cine alemán en el extranjero, organiza este evento, que proyecta obras inéditas en nuestro país. Desde el 1 al 5 de junio, pueden verse ocho de sus más recientes éxitos.

Varias de estas películas, muchas veces firmadas por jóvenes cineastas que no temen mirar al pasado, reflexionan sobre la reciente historia alemana. Berlin'36, por ejemplo, detalla las estratagemas nazis para asentar el racismo. Friendship!, como hiciera La vida de los otros, muestra el terrible día a día en la Alemania del Este. Y Llega el día explora otra cicatriz: la del terrorismo de los años setenta.

Mirar hacia atrás sin ira

Atreverse a escarbar la cara trágica de la memoria es lo que ahora nos permite hablar de la regeneración del cine alemán. La cinta blanca, de Michael Haneke, fue considerada casi de manera unánime la mejor película del pasado año. En ella se nos contaban los malévolos hechos acaecidos en un pequeño pueblo alemán en el periodo de entreguerras. Una forma contundente, pero elegante, de mostrar 'el huevo de la serpiente' del que, poco después, asomaría el nazismo.

También el año pasado se estrenó en España, y con bastantes buenas críticas, La Ola. Dirigida por el treintañero Dennis Gansel, La Ola avisaba del fácil calado que las ideas totalitaristas tienen en la juventud. "El nazismo puede volver", decía Gansel: los tres millones de espectadores que convocó su cinta en Alemania demuestran que el tema preocupa todavía al país.

Vilsmaier y compañía

Sea en forma de drama, como en El hundimiento o La vida de los otros, o incluso de manera cómica, como en la también celebrada Good Bye Lenin, la política sigue tiñendo los grandes éxitos internacionales del cine alemán. Pero no es la única vía, como demuestra lo último de Joseph Vilsmaier, Nanga Parbat, presentada ahora en nuestro país.

Conocida como "la montaña asesina", el Nanga Parbat es la novena cima más alta del mundo, y ha sido escenario de la muerte de incontables montañistas. Vilsmaier recrea la epopeya de dos hermanos, Reinhold y Gunther Messner, que ascendieron su cara más larga y peligrosa, la Rupal, lo que le permite demostrar su virtuosismo estético y emocional. Aprovechando la ocasión y la visita del propio director, otras cuatro obras de Vilsmaier serán proyectadas: Leche de Otoño, El último tren a Auschwitz, Comedian Harmonist y Stalingrado.

Aunque no estarán por Madrid, resulta imposible terminar sin nombrar a algunos de los alemanes que están haciendo carrera en Hollywood. Roland Emmerich (2012), Mennan Yapo (Premonición) o Oliver Hirschbiegel (Invasión) son sólo tres ejemplos de una evidencia: en EE UU, sin duda, ha calado el alemán.

5 preguntas a Stefan Schmitz, coordinador del festival

1 ¿Cómo nació el Festival?

Hace doce años, el cine alemán no estaba en buena situación en España. Había que apoyarlo, y se decidió crear un festival anual.

2 ¿Por qué el cine alemán no es tan popular en España?

Antes aún pesaban mucho Wenders, Herzog o Fassbinder, y no se había desarrollado una nueva generación. Ahora sí la hay, y la superación de ciertos traumas, como muestran La vida de los otros o El hundimiento, denota su madurez.

3 ¿Cómo está la industria en su país?

Va mucha gente a las salas, y la cuota de espectadores del cine alemán es superior al 20%. Hay una estructura muy sólida.

4 ¿Qué películas se verán en el Festival?

Como siempre, ocho inéditas. Películas que tuvieron éxito en Alemania pero que no se han distribuido aquí. Además, cine infantil y un clásico como El tambor de hojalata, extendido y remasterizado.

5 ¿Cundirá el ejemplo, y habrá festivales en otras ciudades?

En el pasado, lo hemos exportado a San Sebastián o Sevilla. Y ahora queremos hacer algunas proyecciones en Barcelona: la idea es organizar en años próximos festivales parecidos a éste.

10 imprescindibles

  • Metropólis (1927): Obra cumbre expresionista con imágenes inolvidables. Lang adelantó el futuro.
  • Olympia (1938): Con el beneplácito nazi, Leni Riefenstahl revolucionó el documental. Nada que envidiar a las actuales retrasmisiones olímpicas.
  • Aguirre, la cólera de Dios (1972): Herzog y Kinski rememoran la expedición del español hacia el Dorado. Grandeza y locura.
  • Alicia en las ciudades (1974): Wenders rueda una memorable road movie con un tipo solitario y una niña adorable.
  • El tambor de hojalata (1978): Adaptación de la célebre novela de Grass. Ganó el Oscar y la Palma de Oro en Cannes, y se verá extendida y remasterizada en el Festival.
  • El matrimonio de Eva Braun (1979): Resume lo mejor de Fassbinder: su humor, su talento para el melodrama, su arte.
  • El submarino (1981): Claustrofóbica, aterradora, la imposible supervivencia de 42 marinos atrapados en la II Guerra Mundial.
  • Corre Lola Corre (1998): Cine moderno con guiños a los videojuegos. De lo más novedoso del último cine alemán.
  • El hundimiento (2004): Casi medio siglo después, las últimas horas del III Reich. Vibrante, magistral.
  • La vida de los otros (2007): Honesta e inteligente reflexión sobre la época del comunismo.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento