La reunión estuvo presidida por la directora xeral de Saúde Pública, Sagrario Pérez Castellanos. Forman parte del comité, además, las consellerías de Medio Ambiente e Infraestruturas, Presidencia e Administracións Públicas y Traballo e Benestar.

El plan recoge actuaciones necesarias para reducir, según explicó la Administración sanitaria, los efectos en la salud asociados a las olas de calor, los sistemas de prevención, alerta y comunicación a utilizar, y define una asistencia de intervención, según los niveles de alerta establecidos. Asimismo, incluye los canales de comunicación institucional entre las unidades competentes en esta materia.

La Xunta recuerda que la exposición a temperaturas excesivas puede provocar problemas de salud como mareo, cansancio, debilidad, fatiga y calambres musculares, síncope, deshidratación, insolación y golpe de calor.

Sobre todo, incide en que las olas de calor afectan a la población de riesgo como ancianos, menores de cinco años y enfermos crónicos. Por todo ello, ante la posibilidad de que se produzca una es necesario, según resalta Sanidade, identificar a las personas de alto riesgo para informarles y facilitarles las medidas necesarias que deben adoptar.