Once trabajadores, según José Antonio Sanz, portavoz de CC OO, resultaron heridos leves por los empujones y golpes que sufrieron por parte de algunos usuarios, presos de la ira. A las 8.00, agentes antidisturbios y de la Policía Municipal tuvieron que trasladarse al intercambiador de Moncloa y una hora después al de Aluche.

La situación produjo retenciones en la A-6 en sentido entrada a Madrid y el cierre, por parte de los usuarios, de la avenida de los Poblados, que sólo se normalizó a eso de las 10.00.

Ante las agresiones sufridas, los conductores, según Sanz, pidieron a la empresa que garantizara su seguridad, pero no hubo respuesta directa, salvo un comunicado en el que se anunciaba la suspensión total del servicio.

La huelga continuará hoy y  se extenderá hasta el jueves. Es previsible que se repitan las escenas de ayer, pues los trabajadores aseguran que les cuesta cumplir los servicios  mínimos por la falta de mantenimiento de los vehículos. Los próximos  paros están convocados para el lunes y martes. Los huelguistas reivindican el pago de las horas extra, que se revise el tiempo fijado para las rutas y que se mejore la flota.

«La gente estaba muy cabreada»

Una joven cuenta cómo vivió el motín en Moncloa: Laura Bodó sufrió ayer en carne propia las consecuencias del motín que los viajeros afectados por la huelga de los trabajadores de Llorente llevaron a cabo en el intercambiador de Moncloa. Como todos los días, Laura se desplazaba desde Galapagar hasta Madrid. Al llegar a Moncloa se encontró con una enorme fila de autobuses que permaneció inmóvil durante unos quince minutos. «Yo escuchaba al conductor decir que no los dejaban entrar al intercambiador», cuenta. «La gente estaba muy rebotada, muy cabreada. Todo el mundo empezó a llamar a su trabajo para decir que llegaba tarde. Cuando ya no pudimos más, nos bajamos de los autobuses y comenzamos a andar hasta Moncloa», dice.

Allí ya estaba en marcha la revuelta de los viajeros, que acabó con una gran tensión y con varios conductores víctimas de ataques de nervios y de golpes de los usuarios. La consejera de Transportes, María Dolores de Cospedal,  pidió «paciencia» a los usuarios y exigió a los trabajadores que cumplan los servicios mínimos. La empresa Llorente, perteneciente al grupo Avanza, no hizo comentarios.

Casi 60 millones de viajes en Metro al mes

El autobús urbano pierde mercado. El Metro transportó en octubre a 59,4 millones de viajeros, una cifra cercana a la barrera de los 60 millones que representa un 6,46% más de usuarios que en el mismo mes de 2004 y consolida un aumento del 4,47% en el último año, según datos ofrecidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

El Metro de Madrid es, de lejos, el más utilizado del país y mantiene un crecimiento constante y muy superior al de Barcelona, por ejemplo, que sólo creció un 1,08% en los últimos doce meses.

Por contra, los autobuses urbanos de la comunidad sumaron en octubre 44,27 millones de usuarios, un 0,25% menos que hace justo un año. Esta tendencia a la baja es contraria a la dinámica del conjunto del país, donde el bus ganó un 1,76% de viajeros de octubre a octubre, sumando 158 millones de servicios.

Tras la Comunidad  de Madrid, que es la autonomía líder en utilización del transporte público en autobús, se sitúan Cataluña, con 27,82  millones de usuarios, Andalucía (21,84 millones) y Comunidad Valenciana (12,68  millones).

Más accidentes en la M-30

El PSOE denunció ayer que las obras de reforma de la M-30 han provocado un aumento de la siniestralidad en esta vía. Entre enero y junio de este año, la circunvalación registró 10.629 accidentes, 568 más que en ese mismo periodo de 2004, un 5,3% de aumento. El grupo socialista del Ayuntamiento promueve esta semana diversas actividades para señalar los problemas de movilidad de la capital. D. Gil