El arzobispo de Granada cree que la crisis es el "resultado" de fomentar una economía sin "humanidad"

El arzobispo de Granada, Javier Martínez, consideró hoy que la crisis global es el "resultado" de fomentar una economía sin "humanidad". En cambio defendió una sociedad en la que "se coopere por el bien, en vez de competir por el poder".

"Todos somos responsables de alguna manera de la crisis, porque todos tendemos a entendernos a nosotros mismos en clave de producir y consumir y entendemos así nuestro trabajo y nuestra aportación social, lo cual es terriblemente inhumano", dijo en el marco del Congreso Nacional Eucarístico que se celebra en Toledo.

En este sentido, lamentó la "deficiencia de humanidad con la que se ha estado enseñando en todas las facultades de economía", en las que se ha defendido la idea "de que el único modo humano y racional de obrar es que cada uno siga su propio interés". "Este es el resultado", enfatizó en alusión a la crisis global.

"Si las relaciones humanas en vez de estar regidas por el interés, están regidas por la gratuidad, habría una primacía absoluta de la economía familiar, una defensa de la dignidad de la cultura global, y no una industrialización masiva". En definitiva, "una economía muy diferente" en la que "cada uno se hace responsable de sus prójimos".

A su juicio, "una economía construida sobre el interés propio aunque hace progresar momentáneamente la economía genera un déficit de humanidad que termina haciendo esa economía inviable".

En cambio, sostuvo que "una economía basada en la gratuidad, en la generosidad, y sobre unas relaciones hechas sobre el deseo del bien de los demás y sobre el deseo del bien de todos, sería una economía más sólida, más estable y más humana, seguramente con una estructura muy diferente de la actual".

"Una sociedad que coopere por el bien, en vez de competir por el poder, sería una sociedad infinitamente más humana, y esa es la sociedad que a nosotros se nos ha confiado al habérselos puesto delante de los ojos la realidad de la eucaristía", agregó.

Así, aunque eludió valorar las medidas del Gobierno contra el déficit, sostuvo que "un sujeto social que se alimente realmente del amor de Cristo como don cotidiano generaría un tipo de sociedad en la que el gobierno sería poco necesario y poco decisivo para la vida económica".

Para el arzobispo de Granada, "el hecho de que dependamos tanto de medidas que tengan que tomar otros, significa que como sujeto social estamos muy deteriorados".

En su ponencia, titulada 'Eucaristía escuela para la vida', el arzobispo de Granada afirmó que la misa "es algo más que un acto de piedad o una práctica religiosa", puesto que "representa ante nosotros, de una manera misteriosa pero absolutamente real, el misterio profundo de la realidad de Dios, de lo que somos nosotros para Dios y lo que somos los unos para los otros".

"La Eucaristía nos abre un horizonte para comprendernos a nosotros mismos y para comprender el significado de la vida", aseguró el arzobispo de Granada.

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