Según relata la Fiscalía, los hechos sucedieron en la madrugada del 25 de septiembre de 2009, cuando el fallecido se encontraba con una mujer en un establecimiento de Torrelavega, en su planta superior.

Allí el acusado, D.R.A., de nacionalidad dominicana, se dirigió a ellos y estuvo con ambos durante unos minutos, pero no consta que se produjera ninguna discusión, y D.R.A regresó a la planta inferior.

Poco después la pareja abandonó el local, y el acusado les siguió de cerca hasta que le clavó a la víctima en el costado un cuchillo o navaja de 20 centímetros de longitud y 2 centímetros de anchura en el, con intención de matar según el Ministerio Fiscal, que señala que tampoco constan los motivos o razones para este ataque, ni la existencia de una provocación previa.

El fallecido no se espera el ataque y no pudo evitarlo. La hoja del arma se le clavó en el costado izquierda, penetrando en la cavidad torácica y atravesando el pulmón a través del corazón, provocándole una hemorragia interna que le causó la muerte por shock. Las prácticas de reanimación que se intentaron no tuvieron existo.

Tras la agresión, el acusado abandonó el lugar e hizo desaparecer el arma. Además, permaneció en paradero desconocido hasta el 33 octubre, fecha en que se entregó a la Guardia Civil ante la imposibilidad de huir por estar identificado.

El acusado tenía residencia legal en España, y había sido condenado en 2007 por un delito de lesiones, a una pena de dos años de prisión que fue suspendida, condicionada a que no cometiera nuevos delitos y mantuviera buena conducta.

El Ministerio Fiscal le considera autor de un delito de asesinato, por el que le pide 17 años de prisión, sin circunstancias modificativas de su responsabilidad, además de una indemnización por importe de 150.000 euros a los padres del fallecido.

El juicio se celebrará en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, entre los días 7 y 10 de junio.