La familia del ciudadano rumano N.T., fallecido la madrugada de hoy en el incendio declarado en el interior de una nave de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) supuestamente habilitada como vivienda, sopesa emprender algún tipo de medida contra el empresario para el que trabajaba; Fernando P.G., porque el recinto siniestrado no reuniría las debidas condiciones de habitabilidad, estaría explotando a trabajadores indocumentados y habría cometido irregularidades en la contratación y remuneración de sus empleados.

Daniela, cuñada de la víctima mortal de este siniestro, dijo a Europa Press que, en concreto, N.T. habitaba esta "nave" habilitada supuestamente como vivienda junto a otros 13 trabajadores, todos ellos "sudamericanos" y muchos de ellos indocumentados. N.T., según su relato, era de los pocos trabajadores que gozaba de contrato de trabajo, aunque su contrato, en concreto, aludía a trabajos a realizar en un municipio de la comunidad de Madrid y "cobraba en mano" cuando el empresario, afincado en Madrid e identificado como Fernando P.G., resolvía remunerarle.

Esta familiar de la víctima, que contaba 43 años de edad y cuyo cuerpo ha quedado calcinado en esta nave enclavada junto a la salida número II de la autovía A-376 (Sevilla-Utrera), señaló que los familiares de N.T. viajan hacia la capital andaluza para identificar el cadáver, al tiempo que anunció el estudio de posibles medidas contra el empresario a cuenta de los hechos relatados.