Ir en tren a la UAB cuesta casi igual que los estudios

El gasto anual en transporte sólo es 189 euros inferior al de la matrícula. Los estudiantes piden tarifas justas para ir a clase y la mejora del servicio.
Un tren pasa por la parada de la Universitat Autònoma, muy utilizada por los estudiantes.
Un tren pasa por la parada de la Universitat Autònoma, muy utilizada por los estudiantes.
Jordi Soteras
Un tren pasa por la parada de la Universitat Autònoma, muy utilizada por los estudiantes.
Los estudiantes gastan casi el mismo dinero en transporte público (411 euros, como mínimo) que en la matrícula de la universidad (600 euros de media).El principal problema lo sufren los de la Universitat Autònoma (UAB), situada en la Zona 2 por tan sólo dos paradas.

Con la T-Joven de dos zonas (cubre el trayecto de Barcelona a la UAB en tren), y suponiendo que no necesiten un bono de más zonas, se gastan al año 411 euros sólo para ir a clase. Mientras que la matrícula más barata puede llegar a costar 540 euros.

No para estudiantes

La Autoritat del Transport Metropolità (ATM) reconoce que los precios «no están pensados para estudiantes» y que «las tarifas se han hecho en función del uso y no teniendo en cuenta a quién va destinado».

Con las nuevas tarifas ATM para 2006, la T-Joven se podrá adquirir hasta los 23 años, pero la Coordinadora dels Estudiants dels Països Catalans considera que no es suficiente: «Es un avance, pero en ningún caso un cambio de política ni un gran beneficio, seguiremos presionando». Renfe ofrece la tarjeta T- Studio (211 euros al año), pero no está integrada,  por lo que los que tienen que coger tren y metro para ir a clase quedan excluidos.

Otro problema son los controles que se realizan en la parada Cerdanyola-Universitat. Son tan lentos que, aunque hayan pagado, los estudiantes llegan tarde a clase, lo que en época de exámenes es un grave problema.

Muchos estudiantes se quejan de la actitud de los interventores, porque «abusan de su poder» comenta la estudiante de la UAB Gala López.

No sólo el precio es una queja habitual; también el mal funcionamiento. «Tardo una hora y media porque pierdo la conexión por un minuto. Pedimos más coordinación», afirma Mariona Santacreu, otra estudiante afectada.

Los trenes suelen llegar tarde y llenos. La Organització de Consumidors i Usuaris ve mal la relación calidad-precio del servicio de tren.

Laura Gómez. 21 años.

«Vivo en Sitges, que está a sólo 10 minutos de Castelldefells y hay dos zonas de diferencia, no es justo. Además muchas veces llega tarde, pierdo la conexión y puedo tardar hasta dos horas en llegar».

Jorge Fitzz. 25 años.

«La T-Studi no sirve porque el precio sigue siendo carísimo. Deberíamos pagar sólo una zona; si los estudiantes vieran que es un precio justo no les importaría pagarlo y ellos ganarían más dinero que con las redadas».

Verónica López. 24 años.

«Puedo tardar hasta dos horas. En coche, 40 minutos. Los horarios van fatal y el tren suele estar lleno. Encima de que siempre llegas tarde a clase tienes que pagar. Si fuera mejor y costara menos la gente no se colaría tanto».

Victor Pavía. 18 años.

«Deberíamos tener algo como la tarjeta de jubilados. También deberían poner más trenes, y más puntuales. Y en las redadas por lo menos que vayan con más agilidad; llegas tarde a clase por lo lentas que son».

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