Sanz afirma que "le parece obligado estar en el entierro de Carlos Valcárcel, padre del presidente de Murcia"

Centenares de personas se han congregado esta mañana en la iglesia de El Carmen de la capital murciana para dar su último adiós y asistir a la misa funeral de Carlos Valcárcel Mavor, fallecido ayer en su domicilio a los 89 años de edad como consecuencia de una larga enfermedad y calificado por centenares de personas como "gran maestro de Murcia, caballero y murciano de bien y embajador de su ciudad".

Centenares de personas se han congregado esta mañana en la iglesia de El Carmen de la capital murciana para dar su último adiós y asistir a la misa funeral de Carlos Valcárcel Mavor, fallecido ayer en su domicilio a los 89 años de edad como consecuencia de una larga enfermedad y calificado por centenares de personas como "gran maestro de Murcia, caballero y murciano de bien y embajador de su ciudad".

Entre los asistentes estuvo el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, quien ayer acudió al tanatorio. Sanz recordó que ya el jefe del Ejecutivo murciano estuvo con él en la muerte de su padre, "por lo que me parece obligado por mi parte estar aquí hoy, en momentos muy difíciles, ya que la pérdida de un padre se produce una sola vez en la vida".

"Hoy el pueblo de Murcia está con su presidente y el dolor de toda la familia", declaró Sanz al término de la ceremonia religiosa, quien trasladó su apoyo personal y su máximo dolor y solidaridad "en momentos difíciles" de la muerte de una persona que, resaltó, "ha sido relevante en Murcia, vinculado a la vida cultural y social de la ciudad y de la comunidad".

El féretro con los restos mortales de Valcárcel Mavor, padre de cinco hijos entre los que se encuentra, además del presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel, la concejala en el Ayuntamiento de Murcia, Isabel Valcárcel, llegó sobre las 11.00 horas al templo con multitud de coronas de flores y portado a hombros por amigos de la familia.

Así, fue recibido con un homenaje de la Antiquísima, Real y Muy Ilustre Archicofradía del Cristo de la preciosísima Sangre, más conocida como 'Los Coloraos'. A la entrada a la Iglesia, también se pudo ver el pendón mayor de la Archicofradía, el máximo distintivo que tiene, con un crespón negro en señal de luto, y el féretro cubierto por la bandera de la Archicofradía.

Ya una vez dentro, se oyeron los sonidos de una banda de cornetas y tambores de 'Los Coloraos' que tocaron 'La marcha real', tradicional de las procesiones de Semana Santa para, a continuación, un grupo de bocinas y tambores hacer sonar 'La Burla' de Los Coloraos, que se volvieron a escuchar al término de la misa, una vez que los restos mortales del que fuera Hijo Adoptivo de la Ciudad de Murcia se condujeran al cementerio de Nuestro Padre Jesús en Espinardo, donde será enterrado.

Largas colas de gente se agolpaban a las puertas de la Iglesia para asistir a esta misa, oficiada por el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes; y el párroco de El Carmen, José Carrasco Pellicer.

Durante la homilía, pronunciada por el obispo de la Diócesis de Cartagena con lecturas de San Agustín, afirmó que hoy "nos vestimos de silencio y respeto por el dolor de una familia" que ha perdido a un hombre "que confesó su condición de creyente, y que exaltó su gran murcianía, cumpliéndola hoy delante de su imagen querida, el Cristo de la Sangre".

"Con un corazón sincero y sin darle la espalda a la verdad, su carácter sereno y vida reconciliada, amante de las tradiciones murcianas" se despide una persona "privilegiada, porque siempre manifestó que encontró pronto el camino que le llevaba a Dios".

Monseñor Lorca Planes no quiso olvidar que la sociedad murciana "llora la desaparición de una persona importante", pero indicó que "la muerte no ha cerrado su presencia porque dará una línea de continuidad eterna a su familia".

Expresó, además, su unión a la viuda de Carlos Valcárcel por "el dolor pero con la fe" que siente para que "siga adelante, porque Dios le dará fortaleza para que lleve adelante las cosas que vivió con su esposo", quien siempre se refirió a ella como "un regalo del cielo, su reina, su vida y su tesoro".

Despedida a "la historia viva de murcia"

Al funeral acudieron todos los consejeros del Gobierno regional, a excepción del titular de Política Social, Mujer e Inmigración, Joaquín Bascuñana, al encontrarse en Madrid por motivos de trabajo; además de autoridades políticas, jurídicas, económicas y sociales, como el torero Pepín Liria, quien dijo que su persona fue ejemplo de cómo se proclama su murcianía.

Entre los asistentes, el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, brindó unas palabras a los medios de comunicación que aguardaban a la salida del templo. Al respecto, puso de manifiesto que "se nos ha ido lo que es la historia viva de Murcia, una persona no solo por lo que significa, sino también por el inmenso cariño que tenía a su querida Murcia, respiraba por su Murcia y además por ese inmenso cariño que los murcianos le han dado".

Y es que, subrayó, "no hay ni una sola persona en Murcia que haya pasado por aquí que no tenga ese afecto y cariño tan especial a don Carlos", una persona que, según indicó, "respiraba bondad, un hombre afable y cercano que se preocupaba por los demás y que mantuvo viva la historia y costumbres sin cerrarse al progreso de Murcia".

Por tanto, lamentó, "perdemos a un gran murciano, una gran persona y en mi caso, cercana, que me ha enseñado a querer mucho cada día más a Murcia".

"Ha podido disfrutar de lo que ha merecido, todo su corazón y su vida la ha dado a Murcia y Murcia ha sabido corresponderle reconociéndolo en todos sus ámbitos", recalcó Cámara, quien no dudó en afirmar que "es una parte fundamental para poder entender la Murcia de hoy, que lo ha transmitido a generaciones venideras". "Hoy Murcia y su Santísimo Cristo de la Sangre lo ha despedido y seguiremos teniendo a un murciano que continuará pronunciando a Murcia allá en el cielo", concluyó.

Una de las últimas apariciones en acto público del padre del presidente murciano fue el pasado mes de diciembre de 2009, cuando recibió de manos del alcalde de Murcia el título de Hijo Adoptivo de la Ciudad, un reconocimiento que, según él mismo desveló, "nunca pensé que me iba a pasar", pero que agradeció "lleno de honra, honor y orgullo".

Biografía de un murciano "de bien"

Nacido en Cieza en 1921, Carlos Valcárcel Mavor ejerció su labor profesional en la Diputación Provincial de Murcia y en distintos periódicos murcianos.

Presidente de Honor de la Asociación de la Prensa de Murcia, colaboró también en diversas revistas de temática cultural y en mayo del pasado año fue nombrado Hijo Adoptivo de la Ciudad de Murcia.

Académico de número de la Real Academia Alfonso X el Sabio y de la Real Academia de Bellas Artes de Santa María de la Arrixaca, fue también director del Festival del Mediterráneo, y fundador y director del Museo del Traje Popular.

Ex presidente de la Antiquísima, Real y Muy Ilustre Archicofradía del Cristo de la preciosísima Sangre, Insignia de Oro del Cabildo Superior de Cofradías de Murcia y Presidente de honor de la cofradía del Cristo de la Misericordia, mantuvo un estrecho vínculo con la Semana Santa murciana, que plasmó en numerosos artículos y publicaciones sobre los orígenes de las Cofradías, el valor estético y religioso de sus imágenes y la repercusión popular de los desfiles procesionales.

Defensor y divulgador de las costumbres y tradiciones murcianas, es asimismo autor de una extensa obra escrita que abarca más de 30 publicaciones, en las que evoca las tradiciones murcianas y diferentes aspectos de la sociedad, la cultura y las festividades de la Murcia pasada y presente, en las que también tomó parte desempeñando distintos cargos y nombramientos honoríficos.

Carlos Valcárcel Mavor atesora los nombramientos de Gran Pez del Entierro de la Sardina y Cronista Oficial de la Ciudad de Murcia, junto a otras distinciones de las Fiestas de Moros y Cristianos, del Bando de la Huerta, de las Campanas de Auroros y de la Hermandad del Rocío de Murcia.

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