Las deflagraciones, causadas por un accidente según la Policía londinense, se sintieron a más de 60 kilómetros de distancia e hirieron a 43 personas, cuatro de ellas, de gravedad.

Las explosiones arrojaron bolas de fuego al cielo y provocaron gigantescas columnas de humo. Además, obligaron a cortar la autovía M1, en ambas, direcciones y a evacuar un hotel cercano.

Este centro de distribución de combustible es uno de los más importantes del Reino Unido y abastece de carburante a todos los aeropuertos de Londres, incluido el de Heathrow.

Los afectados serán alojados en centros deportivos y de ocio de la zona y en refugios del Ejército de Salvación.

Otra explosión  en Alemania

El sur de Alemania despertó ayer con una explosión en una fábrica petroquímica en la ciudad Munchmunster (Baviera). La potente explosión ha causado la muerte de un bombero por inhalación de gases tóxicos y, al menos, cinco personas resultaron heridas de diversa consideración. La autoridades han aconsejado a los vecinos que cierren las puertas y ventanas ya que el gas que ha contaminado la atmosfera en una nube oscura, el exano, es muy tóxico para la salud humana. Por el momento no se saben las causas de la explosión aunque todo apunta a un accidente que generó un gran incendio. La zona es una de las áreas con mayor concentración de empresas químicas del país.