Un grupo de expertos analiza en el Imida el impacto regional de la nueva directiva europea sobre plaguicidas

La nueva directiva europea que establece el marco de actuación comunitaria para conseguir un uso sostenible de los plaguicidas "no debe poner en desventaja a la agricultura mediterránea frente a la de terceros países no comunitarios", según se desprende de las conclusiones de un grupo de expertos que analizó en la sede del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) el impacto regional de esta nueva norma, en el marco de una Jornada del Proyecto Novagrimed.

En dicha Jornada participaron representantes del Imida, del Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura y Agua, de federaciones de cooperativas (Fecoam y Fecamur), así como de empresas de productos fitosanitarios (DuPont) y de fauna útil aplicada a la agricultura (Koppert).

Según este grupo de expertos, la agricultura murciana, al igual que otras en el ámbito mediterráneo, "se caracteriza por su amplia variedad de productos de reconocida calidad y competitividad, que son mayoritariamente exportados a mercados europeos", informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

Las características climáticas de la Región de Murcia y de otras regiones del área mediterránea, sin embargo, también propician la existencia de agentes biológicos que afectan negativamente a los cultivos, provocando plagas y enfermedades que disminuyen su productividad, precisó el Ejecutivo.

La aplicación de la directiva comunitaria sobre el uso sostenible de los plaguicidas conllevará una serie de obligaciones en materia de formación de usuarios profesionales, distribuidores y asesores, así como de distribución de plaguicidas, de información y sensibilización de los consumidores y de gestión integrada de plagas, entre otros aspectos.

Determinados cultivos de la Región de Murcia, incluidos en el Programa Agricultura Limpia, están ya adecuados a los sistemas de gestión integrada de plagas, según el Ejecutivo regional, que, sin embargo, explicó que otros cultivos "deberán cambiar sus métodos de producción para adaptarse a estos sistemas".

Este cambio, según los expertos, "tiene que estar respaldado por la investigación y generación de conocimiento, la puesta en práctica por los productores, la formación continuada y la financiación que posibilite esta adaptación".

Los expertos también consideraron "primordial" que las administraciones promuevan una información objetiva dirigida a los consumidores europeos respecto a los sistemas de producción utilizados en la Región, ya que "al ser poco conocidos, no están suficientemente bien valorados".

Las conclusiones de esta Jornada serán puestas en común con las demás regiones participantes en el proyecto Novagrimed, "para que los representantes comunitarios dispongan de información contrastada sobre las características específicas que la política agrícola comunitaria debería contemplar para seguir disponiendo de productos hortofrutícolas europeos de calidad", concluyeron los expertos.

La Comunidad, a través del Imida, participa en el proyecto Novagrimed, cuyo objetivo principal es la mejora de la competitividad y la promoción de la agricultura mediterránea a través del estudio de sus valores específicos, claramente diferenciados de los de otras zonas europeas, cuyo objetivo último es presentar a la Comisión Europea una serie de recomendaciones para la gobernanza que contemplen tales especificidades.

El presupuesto total del proyecto asciende a 1,8 millones de euros, de los que 323.464 corresponden a la Comunidad. Junto al Imida participan el Conseil Régional Provence-Alpes-Cóte d'Azur (Provence-Alpes-Cóte d'Azur, Francia), el CIHEAM-Institut Agronomique Méditerranéen de Montpellier (Languedoc-Roussillon, Francia), la Agencia Laore Sardegna (Cerdeña, Italia), la Región de Apulia (Italia) y la de Tesalia (Grecia), así como la Assemblée des Régions Européennes Fruitiéres, Légumiéres et Horticoles (Aquitania, Francia).

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