Según informaron a Europa Press fuentes de la ONG, A.M. no desapareció en la Playa de La Bota —según informaron inicialmente diversas fuentes de protección— sino en la Playa de El Portil y ha aparecido en la de Los Enebrales, un área poco transitada y con protección ambiental.

El joven guineano, que vivía desde hacía seis meses en un hogar de la ONG en Huelva, era un adolescente "que no daba ningún problema" y era "estupendo", por lo que "no se hubiera fugado", han confirmado estas fuentes.

La ONG testifica que el episodio tuvo lugar alrededor de las 16.00 horas en "cuestión de segundos". Mientras que el menor jugaba con normalidad en la orilla de la Playa El Portil —descarta también la ONG que se hubiera adentrado en el agua para socorrer a otras personas—, los tres cuidadores ayudaban a salir del agua a otros de los cinco jóvenes más pequeños pertenecientes a la organización y que también participaban en la actividad concertada, de la que tenía conocimiento la Junta de Andalucía.

Los tres cuidadores pensaron que el joven se había despistado y descartaron que se hubiera fugado, ya que, según reiteran las fuentes, era un adolescente que no "era travieso".

El obispo de Huelva, monseñor José Vilaplana, y el fundador de la Asociación Mensajeros de la Paz, el padre Ángel, han dado sus condolencias a los cuidadores del menor fallecido.