Han pasado dos años desde que en España comenzaron a notarse los efectos de la crisis internacional. Sólo ahora, y en paralelo a una rebaja del salario de los funcionarios que hacía injustificable más retrasos, la clase política española ha decidido reducir sus retribuciones. Los diputados y los cargos públicos municipales dieron este martes el paso.

La Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados acordó por unanimidad recortar el salario de los diputados en un 10%, en lo que corresponde a la asignación constitucional básica, mientras que se aplicará una rebaja del 12% en los complementos que cobran. Estas reducciones se aplicarán también a los integrantes del Senado. La rebaja para los presidentes de ambas cámaras será del 15%.

La medida, en cualquier caso, supone una reducción menor de la esperada, ya que cuando Zapatero –que en el Senado fue duramente abucheado durante tres minutos por los parlamentarios del PP, que pedían su dimisión– informó de que él y sus ministros se aplicarían una reducción del 15% se anunció que se haría una similar a los parlamentarios.

Además, en el Congreso se ha acordado suspender todos los viajes internacionales de los diputados excepto los que estén obligados por tratados internacionales.

Sueldos de los alcaldes

Por su parte, la Federación Española de Municipios y Provincias también aprobó este martes una rebaja de entre el 0,25% y el 15% (en función de la cuantía) del sueldo de los alcaldes y los cargos electos de la administración local.

El Consejo General del Poder Judicial podría reducir entre un 8% y un 10% la retribución bruta de los vocales del órgano de gobierno de los jueces y magistrados.

También las CC AA siguen aplicando sus recorte: el Gobierno canario reduciendo el número de consejerías y las Cortes valencianas acordando su rebaja de sueldos. Por su parte, el ayuntamiento madrileño de Rivas, gobernado por IU, aseguró que no tiene intención de aplicar la rebaja salarial a sus empleados.

Cuestión de imagen

Es una cuestión de imagen más que de ahorro: la austeridad ha de ser la norma de las instituciones para dar ejemplo. Así, el coste total del Congreso de los Diputados es de unos 100 millones de euros anuales frente a los 5.000 millones de ahorro que el Gobierno busca en este año con sus recortes. Por eso surge siempre la acusación de populismo cuando se habla de estas medidas.

Lo cierto es que la imagen cuenta, aunque el Parlamento Europeo la desprecie al adquirir, en medio de las recomendaciones de la Comisión de atajar el déficit, un iPad para cada eurodiputado, con un coste total de 5 millones. Todo lo contrario se ha hecho en el Reino Unido, donde el nuevo Gobierno ha eliminado el coche oficial de los ministros para ahorrar. En España no se ha oído de momento nada similar.