El proyecto, según informó la CHG en un comunicado, consiste en la construcción de una balsa de decantación y otra de almacenamiento que permitirán mejorar la calidad de las aguas extraídas para los riegos de la zona, reduciendo el porcentaje de sólidos en suspensión que actualmente se detectan. Las balsas beneficiarán a un total de 4.500 hectáreas.

La balsa de almacenamiento podrá contener más de 328.000 metros cúbicos y la balsa de decantación hasta 55.300 de agua. Ambas serán impermeabilizadas y excavadas en la tierra. Además, se construirá una estación de bombeo que permitirá elevar hasta 3.000 litros por segundo de agua desde la toma de la margen izquierda del río Guadalquivir hasta la balsa de decantación. El agua discurrirá por una nueva tubería de 1.400 milímetros de diámetro que conectará la estación de bombeo con las balsas.

De este modo, se fomentará la sustitución de los actuales sistemas de riego por aspersión por sistemas más eficientes como el goteo, hasta el momento descartados por las obturaciones que se producían debido al alto porcentaje de sólidos en suspensión que presentan las aguas extraídas en este tramo del río. La utilización de los sistemas de goteo beneficiará a los cultivos de olivar, algodón, maíz, entre otros, potenciando el ahorro de agua de forma significativa.