El director de Enfermería del Área V, Fernando Alonso, destacó hoy en Gijón que el perfil medio de las personas que acuden a los programas grupales para dejar de fumar es el de una mujer, de unos 51 años, con un consumo desde hace unos 20 años y una media de unos 23 cigarrillos al día, así como un nivel de dependencia medio. De las 150 personas que pasan al año -300 desde el inicio de los grupos— un 49 por ciento deja de fumar al acabar el programa, pero sólo un 40 por ciento no recae en seis meses y un 35 por ciento al menos en un año.

Asimismo, de los que siguen fumando, reducen el número de cigarrillos diarios de 23 a once, por lo que Alonso destacó que los datos son "satisfactorios". Así lo dijo durante la presentación en el Ayuntamiento de Gijón de la carpa de actividades que se instalará en la plaza del 6 de agosto, con motivo de la celebración el 31 de mayo del Día Mundial sin Tabaco.

En la carpa, se realizarán evaluaciones a los fumadores que lo deseen de cara a diagnosticar su hábito y dependencia, así como la motivación existente para dejar de fumar. Asimismo, se les orientará en los programas de deshabituación tabáquica del área V y se dará entrega de diversos materiales, algunos elaborados también por el Ayuntamiento, y se repartirán algunos obsequios y unas semillas como símbolo del concepto "sembrar en salud".

Además, explicó que en el área V existen dos grandes bloques de intervención para ayudar a dejar de fumar, a través de la consulta individual y por medio de programas grupales. Estos, que se basan en la psicología y no usan fármacos sustitutivos, tienen una duración de entre seis y siete semanas y se dividen en tres fases: preparación para aumentar la motivación; abandono del tabaco mediante la reducción gradual de cigarrillos y mantenimiento para prevenir las caídas.

Alonso reconoció que se notó una mayor demanda de los programas y de asesoramiento las semanas previas a la entrada en vigor de la prohibición de fumar en espacios públicos.

Los programas se llevan a cabo en los centros de salud de La Calzada, Natahoyo, Puerta La Villa, El Llano, Zarracina, Laviada y Perchera y se están comenzando a implantar en Severo Ochoa, para llevarlo después del verano al de Parque-Somió, Villaviciosa y Roces-Montevil, con lo que se cubriría casi el cien por cien.

Junto a él participaron el gerente del Área V de Salud, Antonio Molejón, la concejala de Servicios Sociales, Esperanza Fernández Puerta, y la presidenta de la Fundación Municipal de Servicios Sociales, Beatriz Cerezo.

Molejón indicó que se fijó la fecha de 31 de mayo como el Día Mundial sin Tabaco como una llamada de atención ante "la epidemia del siglo XX y XXI", para tratar de concienciar sobre las consecuencias de su consumo y paliar los efectos de una enfermedad que es "la primera causa de muerte en el mundo occidental".

Asimismo, se mostró a favor de acciones intersectoriales como las restricciones para fumar en espacios públicos y sobre la publicidad y recomendó evitar el uso de fármacos en los procesos de deshabituación salvo en casos concretos.

Aunque el número de consumidores bajó en los últimos años, apuntó que un 26,44 por ciento de mayores de 16 años fuma a diario, una cifra que en Asturias alcanza el 27,77 por ciento, a lo que sumó un 2,6 por ciento de personas que fuman ocasionalmente.

Además, alertó sobre la reducción en el diferencial entre hombres y mujeres fumadores en los últimos años, con un aumento del consumo de tabaco por parte de la población femenina que empieza a fumar entre los 16 y los 34 años. De hecho, en este tramo de edad las mujeres que fuman superan a los hombres, algo que atribuyó a la mercadotecnia dirigida a la población femenina. En este sentido, indicó que éste será uno de los temas de debate en el Día Mundial sin Tabaco.

Apoyo desde el ayuntamiento

La concejala, por su lado, recordó que el tabaco es "una droga que mata" y abogó por la sensibilización ciudadana ante este problema. Además, animó a acercarse a la carpa de actividades organizada con motivo de este Día Mundial, que estará abierta de 10.00 a 20.00 horas y en la que se medirá el monóxido de carbono en aire expirado (cooximetrías) para detectar la pérdida de capacidad de oxigenación de la hemoglobina, indicador del nivel de dependencia.

Por su parte, Cerezo resaltó la importancia de las acciones de sensibilización, aunque advirtió que son una parte más de un conjunto de medidas. También recordó que en 2001 el Ayuntamiento inició un programa de deshabituación tabáquica para empleados municipales, que favoreció una reducción en once puntos del número de fumadores.

Ya en 2007, la FMSS comenzó a colaborar con el Área V de Salud en la edición de materiales y de un programa televisivo en una cadena local, que favoreció que "más de mil gijoneses dejaran de fumar".