Criminal para la Justicia, héroe para los croatas

El general retirado Ante Gotovina, acusado de crímenes de guerra y detenido en Canarias, cuenta aún con un gran apoyo entre sus compatriotas, que lo ensalzan como un héroe nacional en la guerra contra la autoproclamada República Serbia de Krajina durante la pasada década.
Gotovina, en 1998 (Reuters).
Gotovina, en 1998 (Reuters).
Reuters
Gotovina, en 1998 (Reuters).

Gotovina, de 51 años, fue detenido durante la noche del miércoles en el archipiélago español de las Canarias, donde tenía antiguos contactos y fue miembro de un club de paracaidistas.

El general se escondía de la Justicia desde que en 2001 el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia (TPIY) lo acusara de crímenes de guerra y de lesa humanidad.

El TPIY lo responsabiliza de la muerte de 150 civiles serbios y de la desaparición de varios cientos durante la "reconquista" croata de la rebelde República Serbia de Krajina, en 1995.

También lo acusa de persecución contra la población serbia, de la destrucción y el saqueo de sus bienes, así como de la deportación de 150.000 a 200.000 habitantes de esa etnia.

Los croatas querían que se entregara, pero creen que es inocente
Según diferentes sondeos publicados en los medios de comunicación croatas, una gran mayoría de los ciudadanos de este país era partidaria de que Gotovina se entregase, aunque considera que es inocente.

Cuando en 1995 las fuerzas croatas reconquistaron en 72 horas la Krajina, el general Gotovina, comandante principal de esta operación militar, entró con paso firme en el panteón de las celebridades nacionales.

Incluso el primer ministro croata, Ivo Sanader, quien juró haber hecho todo lo posible para encontrar al general y aseguró que sus esfuerzos habían sido en vano porque el prófugo no estaba en Croacia, ha dicho que Gotovina es inocente.

Achacan las muertes a "venganzas individuales"

Para los defensores del héroe nacionalista croata, las víctimas serbias se explican por venganzas individuales que en un vasto territorio poco poblado no podían controlarse, mientras que el trágico éxodo de la población serbia es atribuido al miedo de ésta a saqueos por los crímenes que ellos habían cometido contra croatas.

Al iniciar la operación en la que supuestamente cometió los crímenes de los que se le acusa -órdenados por el ya fallecido presidente nacionalista Franjo Tudjman- Gotovina tenía 40 años y poseía un amplio pasado militar en la guerra de la ex Yugoslavia y como miembro de la Legión extranjera en Chad y en América Latina.

Además, se le relaciona con el robo a mano armada de un banco en 1983, por lo que pasó un año en prisión, y se le acusa de frecuentar círculos de extrema derecha y de tener contactos con el líder ultraderechista francés Jean Marie Le Pen.

Por alguna circunstancia, sus actas criminales desaparecieron en 1990, lo que fue interpretado por algunos analistas como un acto de protección de Tudjman a su general más apreciado.

Se curtió como militar en África y América Latina

Según cuenta Nenad Ivankovic en su biografía titulada Guerrero, aventurero y general, en la década de los 70 Gotovina luchó durante siete años en Chad como miembro de la Legión extranjera, y después de sufrir una herida en la cabeza, se recuperó navegando en un yate por las Islas Canarias.

En San Agustín, en Gran Canaria, se hizo miembro de un club de paracaidistas, y en 1982 fue designado instructor de comandos en América Latina, cargo con el que viajó por Guatemala, Paraguay, Colombia, Argentina y Brasil, según su biógrafo.

Gotovina regresó a su patria cuando ésta, presidida por Tudjman, proclamó la independencia de la ex Yugoslavia en 1991 y se desató la guerra en Croacia y Bosnia-Herzegovina.

El general comandó numerosas ofensivas contra los serbios en Bosnia, que junto a los esfuerzos internacionales pusieron fin a su expansión.

Gotovina paso al retiro en 2000 por orden del presidente Stjepan Mesic junto con otros seis generales, al oponerse a la plena cooperación con el TPIY.

Tras esconderse durante dos años, en 2003 reconoció la jurisdicción del TPIY en unas declaraciones que concedió al semanario croata Nacional, donde pidió que investigadores del tribunal lo interrogasen primero en Zagreb y prometió que se entregaría si se cumplía esa condición y si después de escuchar sus respuestas el TPIY aún seguía incriminándolo.

Mesic apoyó la propuesta de Gotovina, pero el TPIY insistió en su entrega incondicional, lo que no sucedió, hasta que anoche fue arrestado.

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