La población juvenil, especialmente la femenina, y el tabaquismo pasivo serán los ejes de la estrategia de prevención que el Gobierno de Castilla-La Mancha reforzará en la próxima década para continuar reduciendo el consumo de tabaco en la comunidad autónoma.

Así lo anunció el consejero de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata, que según informó en nota de prensa la Junta presentó hoy junto con el secretario general de la Sociedad Castellano-Manchega de Medicina de Familia y Comunitaria, Alejandro Villena, la IX Semana sin Humo que organiza esta entidad en colaboración con el Gobierno regional para prevenir el consumo de tabaco y fomentar el abandono del hábito tabáquico.

En 2009, unos 100.000 jóvenes participaron en las distintas actuaciones que en prevención del tabaquismo ha llevado a cabo el Gobierno de Castilla-La Mancha en colaboración con distintas entidades tanto en el ámbito educativo como en el comunitario.

En su intervención, Lamata adelantó también unos resultados preliminares de una encuesta de hábitos de consumo de tabaco en Castilla-La Mancha que ha elaborado la Consejería de Salud y Bienestar Social correspondiente a este año en el que se refleja que la prevalencia de fumadores en la región se ha reducido casi cinco puntos, pasando de 33,7 por ciento de la población mayor de 16 años en 2002 a 29 en 2010, siendo las jóvenes, entre los 16 y 24 años, el grupo de edad con mayor tasa, que alcanza el 41 por ciento.

El consejero de Salud y Bienestar Social de la región destacó que estos datos demuestran que en España ha habido en los últimos 25 años un cambio cultural profundo del hábito tabáquico, que cada año causa 2.000 muertes asociadas a este consumo en Castilla-La Mancha, pero que se debe continuar con las políticas de prevención, de manera especial en las edades más tempranas y entre la población femenina, que en las dos últimas décadas se ha incorporado de manera muy importante al consumo de tabaco, mientras que entre los varones se reduce ese hábito.

Ley antitabaco

Lamata valoró de manera positiva la posible reforma de la ley antitabaco por el Parlamento español, que cuenta con un fuerte respaldo de los ciudadanos, aunque espera que se lleve a cabo con el máximo consenso social posible. Además, señaló que más importante que una ley es el cambio de actitud de los españoles ante el consumo de tabaco en los últimos 25 años.

Para el consejero, la implicación de los profesionales sanitarios, de los profesores y de los propios jóvenes en labores de concienciación es una herramienta fundamental para lograr una sociedad cada vez menos permisiva con el consumo del tabaco por sus efectos nocivos en la salud de las personas, ya que es la primera causa de muerte prematura evitable en las sociedades occidentales.

Por último, una de las actuaciones que destacó el responsable regional en el ámbito asistencial fue la actividad desarrollada por las ocho unidades de deshabituación tabáquica de la red hospitalaria pública dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, que cada año atienden a unas 2.000 personas.