El vicepresidente tercero de la Generaliltat y conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, Juan Cotino, explicó que, en la actualidad, se están desarrollando nueve proyectos de estas características en diversas zonas de la Comunitat como Crevillent, en las comarcas de Los Serranos, Requena, Valle de Ayora, La Calderona, Espadán, Alto Palancia, Desert de les Palmes, El Comtat, Font Roja o las Sierras de Onil y Reconco.

Precisamente, el vicepresidente visitó algunos de los trabajos que se están desarrollando en la sierra de Onil, dentro del Parque Natural de la Sierra de Mariola. Cotino destacó la "necesidad" de realizar este tipo de actuaciones para eliminar la vegetación "con el objetivo de evitar que se puedan producir incendios y más —precisó— en un año en el que ha nevado mucho y la vegetación está muy viva".

El conseller hizo hincapié en que la Generalitat realiza "inversiones importantes con maquinaria respetuosa con nuestro entorno, se podan pinos para que no haya ramas bajas, evitar la continuidad de la vegetación, lo que impide la propagación del fuego en caso de que se produzca un incendio".

Todas estas actuaciones se incluyen en el plan de Selvicultura Preventiva, a través del cual se desarrollan los trabajos de mantenimiento de las áreas cortafuegos, que son líneas de defensa contra el fuego en donde se elimina el matorral, parte del arbolado reduciendo el número de pies, es decir, su densidad, y se podan los pies que quedan para evitar la continuidad de material vegetal.

Igualmente, en estos trabajos se crea una zona de protección para que puedan actuar las brigadas de extinción con seguridad, "sin poner su vida en peligro", y en donde pueden contener el incendio.

En los trabajos se emplea maquinaria manual como las motosierras y tractores forestales, de pequeño tamaño que ayudan, por un lado, a eliminar el matorral y, por otro, a eliminar los residuos procedentes de las claras y de las podas. Estos tractores llevan un apero con cadenas o martillos, que permite reducir los residuos a pequeños fragmentos o astillas que se incorporan al suelo.

Estas operaciones se llevan a cabo para reducir la cantidad de residuos y reincorporar los restos al suelo del monte, evitando la pérdida de materia orgánica y creando un mantillo superficial que ayuda a reducir la erosión sobre el suelo y que al estar dispersos no permite la propagación del incendio.