La comisión del tratamiento de la imagen de la mujer estará conformada para el primer trimestre de 2006 y, tras analizar los anuncios, hará un informe en el que se denunciarán los ejemplos no aceptables, aunque no tendrá capacidad sancionadora.

Peris hizo este anuncio en la presentación del Observatorio de la Publicidad Sexista de 2004, en el que se recibieron 342 denuncias, un 47,7% menos que en 2003, de las que un 13% fueron presentadas por hombres, en su mayoría por el uso del cuerpo de la mujer como reclamo publicitario.

Gracias a estas denuncias, el Instituto de la Mujer solicitó la rectificación o modificación sobre el tratamiento sexista a 14 empresas, entre las que figuraban Axe (7,6% de las denuncias), Siemens electrodomésticos, Lise Charmel lencería, Ron Barceló, Kas Naranja y la productora de cine Manga Films.

Los motivos de las denuncias fueron, principalmente, sobre el uso del cuerpo de la mujer como reclamo publicitario (un 40% frente al 50% en 2003) y la utilización de la mujer como objeto sexual. También hubo quejas sobre la división del trabajo remunerado por género, la diferenciación de los juegos entre niños y niñas o la representación de las mujeres fuera de control.

Ahora, los anuncios son porno chic

El informe destaca también la tendencia que se ha denominado porno chic, en la que incluye la campaña gráfica de Sisley donde aparece una chica en el suelo mostrando su ropa interior a punto de ser embestida por un toro, o la de refrescos Shark, donde se muestran imágenes de partes del cuerpo de una joven con signos de violencia bajo el eslogan "saca la bestia".

El perfil del denunciante que comunica su queja al Instituto de la Mujer responde a una mujer de entre 26 y 45 años, soltera, con estudios superiores y trabajo remunerado, aunque en el último informe destacó la presencia de un 13% de hombres, subrayó Peris.

También reconoció los avances registrados en la materia, pero abogó por seguir impulsando la crítica de la ciudadanía y la sensibilización en los profesionales de la publicidad y los medios de comunicación por su responsabilidad en la transmisión de estereotipos que no se ajustan a la sociedad actual.