[Gijón 2016] Días 6-7: Manchester frente al cine y Palmarés del Ficx

¿De qué se habla en Gijón? Del final de todo, de una etapa y de la incógnita de qué nos deparará el futuro, con las salas míticas del festival dispuestas para ser desmanteladas y un equipo de programación y dirección que se verá reemplazado en los próximos meses. Como balance general, podemos apuntar a una subida del nivel en los últimos días y eso la gente lo ha notado, se escucha hablar con más entusiasmo de propuestas como Glory, Manchester by the sea o The Red Turtle, entre otras, y eso es lo que necesita un festival: que sus películas generen un debate.

¿Qué películas has visto? Las tres mejores que ha entregado la sección oficial en todo el certamen, aglutinadas en los últimos dos días. Comenzando por Glory (Slava) de Kristina Grozeva y Petar Valchanov, responsables de la aplaudida La lección, que tras pasar por Locarno regresan aquí a ese tipo de cine tan actual que mezcla denuncia con un tono irónico muy de agradecer. El film parte de la anécdota de un trabajador de las vías del tren que se encuentra una enorme cantidad de dinero durante su rutina diaria, pero en lugar de quedárselo llama a las autoridades para informar de la situación. Esto lleva a que los encargados de la comunicación del gobierno local decidan sacarle por televisión y convertirle en una especie de héroe nacional, algo que por supuesto tendrá derivaciones mucho más complicadas. Con una realización en la que prima la cámara en mano y los planos detalle, Glory destaca por su perfecto y medido tono de denuncia, por la entereza de sus actores principales y por la solvencia con la que se nos habla del poder y los oprimidos por éste, mostrando dos estratos sociales de la población búlgara y concluyendo con un tercer acto tan de justicia divina como digno de ser aplaudido por su coherencia. Es imposible no empatizar con lo que ocurre y sobre todo, es difícil apartar la mirada de la pantalla cuando algo está tan bien contado y no se olvida de que su discurso está por encima de la forma en que se ejecuta. Un film a rescatar.

Felices sueños (Fai bei sogni) de Marco Bellocchio es un film maravillosamente anticuado, como rescatado de los años 90 y remasterizado para su explotación en salas comerciales y paso por festivales en pleno 2016, un film que habla sobre la pérdida de un ser querido, sobre los misterios que rodean a esta situación y sobre ser niño y crecer sin esa figura como guía. Todo arranca de forma bucólica, con un niño y su madre pasándolo bien a ritmo de una canción, para darnos cuenta de que esto era sólo un intento por asentar una relación que pronto se va a romper. Basada en la autobiografía de Massimo Gramellini, se desarrolla entre los años 60 y los 90, y construye un fresco realista y sincero de la época a través de los ojos de ese niño que pasa a adolescente y finalmente hombre, atrapado en una casa llena de recuerdos, y siempre con la búsqueda de la verdad como objetivo. Es una huida hacia adelante, pero sin dejar de mirar atrás, un film sensible -que no sensiblero- que en su condición de obra íntima permite adentrarse en la vida de su protagonista sin dificultad. Y pese a algún momento algo forzado, o ciertos recursos usados en perjuicio de la naturalidad de la obra, funciona a un nivel muy respetable.

Y para cerrar la sección oficial se reservó el gran peso pesado, la esperada nueva película de Kenneth Lonergan tras Margaret. En Manchester frente al mar, se nos habla también de la pérdida, pero es una película sobre la culpa y los remordimientos. Un Casey Affleck titánico lleva el peso del film en prácticamente todo su metraje, pero lo mejor es cómo Lonergan nos habla de ese personaje y su entorno como alguien cercano, sin necesidad de dramas impostados ni remarcar los momentos dramáticos para generar una empatía. Esta nace de forma natural, hay un tono de distensión gracias al cual el drama se siente más real y se reserva algunas secuencias de verdadero impacto emocional, no necesariamente triste sino también alguna explosión en la línea contraria. Dirigida con solvencia, partiendo de un guión modélico a la hora de estructurar los conflictos, es un film que lleva varios meses sonando para los Oscar y que tiene todas las papeletas de acabar colándose en los premios del cine más relevantes, o por lo menos mediáticos, que se dan en esta industria. Un paso adelante para Lonergan, que sólo cae en lo fácil en un par de momentos en los que la música más que sumar, resta entidad a lo que están contando. Muy buena película.

¿Con qué imagen te quedas? El reencuentro entre personajes, uno físico y otro onírico, en Manchester by the Sea de Kenneth Lonergan y Fai bei sogni de Marco Bellocchio. En el primer caso filmado a ras del sueño, sin aspavientos, y en el segundo apostando por una cámara fantasma que se mueve entre los elementos del plano de forma orgánica, sin esfuerzo.

PALMARÉS DE LA EDICIÓN 54 DEL FESTIVAL DE GIJÓN

Mejor película: Glory, de Kristina Grozeva y Petar Valchanov

Mejor director: Brillante Mendoza por Ma'Rosa

Mejor actor: Casey Affleck por Manchester frente al mar

Mejor actriz: Yuliya Vysotskaya por Paradise

Mejor guión: Kristina Grozeva, Petar Valchanov y Decho Taralezhkov por Glory

Mejor fotografía: Aleksandr Simonov por Paradise

Mejor banda sonora: Michal Novinski por The Teacher

Mejor película de animación: Window Horses

Premio FIPRESCI: Glory, de Kristina Grozeva y Petar Valchanov