El 42,6% de los baleares en edad de trabajar es dependiente, la segunda menor tasa del país

(Rogamos sustituyan la anterior noticia por esta, tras subsanar un error en el segundo párrafo por parte de la fuente informante) Agett alerta de la "dificultad" para mantener los gastos de los dependientes

(Rogamos sustituyan la anterior noticia por esta, tras subsanar un error en el segundo párrafo por parte de la fuente informante)Agett alerta de la "dificultad" para mantener los gastos de los dependientes

Un total de 42,6 personas por cada 100 en edad de trabajar en Baleares -población de entre 16 y 64 años- es dependiente, una cifra que sitúa a la comunidad balear como la segunda mejor posicionada del país, únicamente por detrás de Canarias -con un 39,8%- y más de cuatro puntos por debajo de la media nacional.

Así se desprende de un estudio de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett), basado en la 'Proyección de Población de España a corto plazo' del Instituto Nacional de Estadística (INE), que también establece que en 2019 en Baleares habrá 50 personas dependientes por cada 100 en edad de trabajar.

Según el informe, tras Baleares se sitúa Madrid (44,8%), Murcia (45,1%), Andalucía (45,5%) y Comunidad Valenciana (45,8%). Por el contrario, Castilla y León (52,5%), Aragón (50,8%), Galicia (50,3%) y Extremadura (50,1%) son las regiones en las que la tasa es más desfavorable. No obstante, con datos de 2009, las provincias peor posicionadas eran Zamora (62,9%), Orense (61,6%), Soria (59,9%), Lugo (59,7%) y Ávila (58,5%); frente a Las Palmas (40,6%), Sta. Cruz de Tenerife (41,9%) y Almería (42,4%) que son las que presentan unas tasas más favorables.

La media nacional establece que en España hay 47 dependientes por cada 100 en edad de trabajar, tasa que en 2020 alcanzará al 55,2 por ciento de este colectivo. Así, la ratio de 47,8% de 2009 supone que cada persona en edad de trabajar deberá contribuir, de media, a casi la mitad de los gastos de una persona que no lo es. Este progresivo descenso de la tasa de dependencia hasta el año 2006, suponía una reducción del esfuerzo que debía realizar la población en edad de trabajar para cubrir las necesidades de la población dependiente.

Sin embargo, en los últimos 20 años la población mayor de 65 años se ha incrementado en un 50%, mientras que la que está en edad de trabajar sólo lo ha hecho en un 22%. Por ello, la tendencia seguida por la tasa de dependencia está mostrando claros signos de revertirse y si se prolonga en el tiempo, pueden poner en riesgo la sostenibilidad del sistema.

Según este trabajo, la situación favorable de años anteriores puede tener un carácter transitorio, y empeorar en el futuro, teniendo en cuenta las proyecciones de población del INE, que apuntan a que los mayores de 64 años pasarían a representar el 19% del total de habitantes, frente al 16,6% actual. Además, la población en edad de trabajar se reduciría en 754.000 personas (un 2,4%) en la próxima década.

"Los cambios en la estructura de la pirámide poblacional tiene múltiples efectos sobre el comportamiento económico de los hogares y del Sector Público", advierten los responsables de este trabajo, que indican también que "en este momento, debido a la ganancia de la esperanza de vida española, combinada con una baja tasa de natalidad y mortalidad, está provocando el envejecimiento de la población".

Fomentar la tasa de actividad

En este sentido, el presidente de esta patronal, Francisco Arandael, subrayó la necesidad de desarrollar políticas que fomenten la tasa de actividad de todas las personas, "sin contrarrestar el dinamismo demográfico que depende de la natalidad", para el buen funcionamiento del sistema. "Incentivar el empleo en los jóvenes, promover la contratación de mujeres y de inmigrantes, e impulsar, cada vez más, la conciliación de la vida laboral y familiar", ha señalado Arandel.

Este trabajo alerta, además, de que la actual coyuntura económica, con una tasa de paro en el primer trimestre de 2010 del 20,05% y una perspectiva de lenta reducción, también hará "más difícil" mantener los gastos de la población dependiente y por tanto, del fomento de la natalidad.

Si bien la definición de tasa de dependencia incluye como dependientes a mayores de 65 y menores de 16 años, el estudio también advierte de que hay que tener en cuenta que no es lo mismo para la sociedad española que la mayor parte de la población dependiente sea mayor de 65 años o menor de 16, ya que, "si la mayoría es menor de 16, son ciudadanos que en un futuro próximo nutrirán la población activa, algo que no sucederá a la inversa". De este modo, en el año 2009 había 25 personas dependientes mayores de 65 años por cada 100 personas en edad de trabajar, frente a 23 dependientes menores de 16 años.

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