Quince trabajadores despedidos de la empresa de montajes eléctricos Espí, junto a familiares y amigos, protestaron ante la Oficina Territorial de Trabajo de la Junta en Ávila, por las escasas indemnizaciones recibidas, aprobadas por la Dirección General de Trabajo de la Administración autonómica.

La responsable del Metal de CC.OO. en Ávila, Paloma Nieto, lamentó que la mayoría de los empleados de más de 50 años han trabajado en la empresa cerca de 30, y debían recibir la indemnización "ridícula" de unos 18.000 euros, que "todavía no han percibido".

El sindicato aseveró que denunciará el caso ante el Juzgado de lo Social porque "no se ha pagado" los finiquitos a los trabajadores despedidos.

También estudian recurrir el acuerdo de la Junta por el que daba vía libre a los despidos, que se produjo "sin haber agotado el plazo" y con "una serio perjuicio" a los trabajadores, que con una medida de edad de más de 50 años "tendrán dificultades para encontrar empleo".

El expediente de extinción de empleo se aprobó aunque un informe de la Inspección de Trabajo indicaba que la empresa podría tener más carga de trabajo, por lo que CC.OO. había reclamado un expediente de suspensión.