"Ante este nuevo atropello, espero que los socialistas de Tenerife no se inhiban y se impliquen para salvar este patrimonio, que es de todos los canarios; de lo contrario se confirmaría que en estos momentos es muy difícil ser socialista y vivir en las Islas", subrayó en un comunicado el senador.

Calificó de "tomadura de pelo" que el Gobierno prometiera en octubre de 2009 que iba a financiar las obras y que a finales de mayo de 2010 el Ministerio de Cultura no haya firmado el convenio con el Obispado de Tenerife para garantizar las subvenciones plurianuales que necesitan para la reposición de las cubiertas del templo.

"Ni siquiera se han dignado a dar respuesta a los representantes del Obispado, que le han solicitado en multitud de ocasiones una reunión para cerrar este asunto", censuró Alarcó, quien aseguró que exigirá explicaciones en el Senado al Ejecutivo central sobre este asunto, así como un compromiso "serio, firme y real" para que la rehabilitación de este edificio culmine con éxito.

"Ésta es una muestra más del desinterés que tiene el Gobierno central con Canarias. No lucharon lo suficiente para lograr que el supertelescopio viniera a La Palma; no han defendido en Europa los interés de los productores de plátano de las Islas, ni siquiera, reconocen el déficit sanitario de 1.400 millones de euros que mantiene el Estado con el Archipiélago", enumeró Alarcó. "Ahora, continuó, como ocurrió con el Plan Canarias, han vuelto a engañar a los canarios, y a los que apoyaron sus presupuestos, con promesas vanas que nunca llegan a materializarse".

Por último, Alarcó pidió a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, "un poco de responsabilidad", pues como han advertido los responsables de la obra, paralizar ésta a la mitad de los trabajos, multiplica los riesgos que puede sufrir el edificio y, con ellos, los problemas técnicos.