Piden cinco años de seguimiento médico para el anciano pirómano que incendió varias iglesias en Pontevedra y Ourense

El fiscal-jefe de la Audiencia Provincial de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, pidió una condena de cinco años de seguimiento médico, en tratamiento ambulatorio, para el vecino de Poio (Pontevedra), Lino C. C., de 73 años, a quien considera autor del incendio ocurrido hace siete años en la iglesia de Solobeira, en el ayuntamiento pontevedrés de Vilagarcía.

Al pirómano de Poio se le inculpa no sólo del incendio de la iglesia de Solobeira, sino también de la quema de otros edificios religiosos en Ourense, en concreto, la iglesia de San Pedro de Dadín, en O Carballiño; y de la capilla de la Misericordia, en Beade.

La pena de prisión se descartó porque, si bien hace siete años el acusado se valía por sí mismo, en la actualidad está en silla de ruedas y es totalmente dependiente debido a una enfermedad degenerativa.

Pese a la "duda razonable" que argumentó el abogado defensor, para el fiscal quedó claro que fue Lino C.C. quien en enero de 2003, tras ser multado por marisqueo furtivo, entró en la iglesia y prendió fuego a un retablo del siglo XI, cuya restauración costó 9.000 euros.

También faltaron dos cepillos y las paredes del edificio aparecieron con pintadas alusivas al ex presidente de la Xunta Manuel Fraga y la catástrofe del 'Prestige'. Precisamente, una de las pruebas en su contra fue un informe caligráfico que le atribuyó la autoría de esas pintadas.

El médico que le trató en aquel momento para evaluar su estado psíquico concluyó que padecía un trastorno mental moderado, que con el paso del tiempo se fue agravando debido a sucesivos accidentes vasculares que contribuyeron a su deterioro físico y psíquico.

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