Los vecinos de la barriada sevillana de El Rocío, donde en la noche de ayer se registró el apuñalamiento de una mujer a manos de un ciudadano de origen ecuatoriano, apuntaron hoy a los "grandísimos" índices de inmigración registrados en la zona —anexa a El Cerezo, otra barriada históricamente afectada por este fenómeno—, si bien apostaron por no criminalizar a ningún colectivo, "pues aquí hay nacionales peores".

Según indicó a Europa Press el presidente de la asociación de vecinos de El Rocío, Antonio Bayón, "parece que a El Cerezo le han echado siempre mucha cuenta y todos se han venido aquí, conformando una nueva ONU", en referencia a los altos porcentajes de población inmigrante residente en el lugar. "Hay sudamericanos, rumanos, árabes, de todas clases, y todos con negocios característicos", señaló.

No obstante, Bayón alabó la iniciativa de muchas de estas personas, con las que trabaja estrechamente, y aseguró que "muchos españoles de aquí son bastante peores, como los que se ponen con la botella delante de un colegio de párvulos".

En cuanto a los hechos, el líder vecinal señaló que, según la versión que circula de testigos presenciales del barrio, la fallecida se dedicaba a la peluquería a domicilio y mantenía o había mantenido una relación sentimental con su agresor. "No vivía aquí, sino en la calle Hermanas de la Cruz, en la Barzola", señaló Bayón, que añadió que los padres y la hermana de la víctima son de El Cerezo y poseen un piso que la fallecida estaba arreglando.

Habría sido en un restaurante de comida rápida ubicado en el cruce de la avenida de San Lázaro con Sor Francisca Dorotea cuando empezó la discusión al pedirle él dinero a ella. Al abandonar el lugar y cruzar la misma acera, ésta fue apuñalada a la altura de la Plaza del Ajolí, según el presidente de la asociación de vecinos de El Rocío, que añadió que, siempre según testigos, los servicios de emergencia tardaron hasta 20 minutos en llegar, "mientras ella se desangraba".

En este sentido, un vecino que reside cerca del lugar del suceso y que fue testigo de los hechos, Johnny Blanco, explicó a Europa Press Televisión que ayer, a última hora de la tarde, paseaba con su hijo cuando de pronto vio a una pareja en actitud extraña. "Pensaba que se estaban abrazando o que estarían jugando, pero no, en ese momento lo que la estaba era apuñalando", indicó.

"estaba siempre borracho"

Este testigo añadió que cuando se percató de lo que estaba ocurriendo, el hombre se fue "corriendo del lugar" mientras la víctima pedía "ayuda". "Se cayó al suelo y al instante estaba toda rodeada de sangre; un hombre y una mujer intentaron taponar las heridas pero se acabó la sangre y se murió", recordó.

Otra vecina, Manuela Viñuela, explicó que el detenido había sido la pareja de la fallecida "durante tres años". Según explicó, él "estaba siempre borracho" y no hacía más que pedirle dinero constantemente hasta que ella se hartó y "decidió dejarlo".

En este sentido, Viñuela contó que "últimamente él la esperaba mucho por el barrio para pedirle dinero". "Yo estuve hablando con ella sólo diez minutos antes de que la matara, fue un visto y no visto", se lamentó.

El hombre, que fue detenido en torno a las 21,30 horas, no contaba con ninguna medida cautelar ni orden de alejamiento respecto a la víctima. De este modo, el Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía se ha hecho cargo de la investigación, dentro de la cual habrá que determinar si se trata o no de un caso de violencia de género. De confirmarse, sería la vigesimoséptima víctima por violencia de género en lo que va de año.