El Ayuntamiento de Salt presentó hoy el proyecto de transformación urbana de la zona centro del municipio, que entre otras actuaciones, prevé derribar un total de 600 viviendas en doce años, lo que representa un 10% del parque de la zona que es de unas 6.000 viviendas. Además, el proyecto también contempla la rehabilitación de 1.200 viviendas.

Según informó esta mañana en rueda de prensa la alcaldesa de Salt, Iolanda Pineda, el consistorio cuenta ya con los recursos necesarios para trabajar los tres primeros años. Dispone de 40 millones de euros —desembolsados entre Generalitat, Estado, Ayuntamiento y propietarios—, que servirán para actuar de forma inmediata en las primeras 300 viviendas.

El proyecto trabajará principalmente en la reordenación, rehabilitación y reurbanización de la zona centro con el objetivo de "esponjar" el barrio y ganar cohesión social entre los vecinos, destacó Pineda.

La renovación de estos 600 pisos —300 en los primeros seis años y 300 más en el segundo— significa que se derribarán y "que en la gran mayoría de veces no se volverán a construir más viviendas", aseguró la alcaldesa.

"Esto significa la recuperación de espacios libres, espacios que también podrán ubicar equipamientos comunitarios", como centros de atención primaria, alguna escuela o algún centro cívico, explicó.

El proyecto prevé que dure unos doce años con una inversión directa de 200 millones de euros. Además de la aprobación de un Área de Renovación Urbana (ARU) en el sector centro, dónde se hará la intervención en los 600 pisos y que afecta al perímetro de calles formadas por Àngel Guimerà, Santiago Ramón i Cajal, Torres i Bages, Països Catalans i Esteve Vila — también habrá un área de Rehabilitación Integral (ARI) en un ámbito que afectará casi todo el núcleo urbano con la remodelación de 1.200 viviendas más.

La alcaldesa explicó también quién aportará el dinero necesario para el proyecto de transformación. De momento, el ayuntamiento tiene contabilizado el primer sexenio. Así, de los 100 millones de euros necesarios, el Ministerio aportará el 54,1%, la Generalitat el 14,9%, al ayuntamiento el 9,9%, y el 21,5% restante irá a cargo de los propietarios particulares.

El primer paso, explicó Pineda, será la aprobación de un convenio con la conselleria de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat y el Ministerio de la Vivienda para impulsar este proyecto con una inversión prevista de 20 millones de euros para el período 2010-2011 y 20 millones más en el período 2011-2012.

De momento se desconoce cuáles serán los bloques a derribar, aunque el consistorio calcula tenerlo claro a finales de verano para poder empezar a trabajar. La alcaldesa tampoco supo definir cuántos vecinos se verían afectados por la transformación de la zona centro, pero explicó que se intentará que el cambio sea "lo menos traumático posible" y que las personas que tengan que ser realojadas se reubicarán en pisos vacíos del mismo barrio.

Para evitar la especulación, Pineda declaró que "todo dependerá de una buena gestión" y que por ello el proyecto contará con la participación de Reursa (Remodelaciones Urbanas) y el Incasòl, que depende de la Generalitat.

Todos los grupos municipales (PSC, ERC, CiU, ICV y PP), presentes en la rueda de prensa, dieron el visto bueno al proyecto y lo definieron como ambicioso, valiente y de excelente noticia para la ciudad, ya que así se solucionará unos de los principales problemas de Salt: la vivienda.