Los marines usaron el euskera en el espionaje en la II guerra mundial

Un general y 60 soldados estadounidenses de origen vasco crearon un argot bélico para engañar al enemigo japonés.
El arte del espionaje se valió del euskera durante la II guerra mundial. Seguro que no lo utilizaron generales como Patton y Rommel, pero fue fundamental en uno de los episodios de vital importancia para el desenlace de la contienda. Aunque menos conocido, el desembarco de Guadalcanal, en las actuales islas Salomón, que llevaron a cabo las tropas estadounidenses utilizaron la lengua vasca para las comunicaciones bélicas, según recoge la revista digital Plazaola, difundida por el centro Euskararen Etxea con motivo del Día del Euskera.

Mientras que los japoneses intentaban descifrar los códigos inventados por los estadounidenses, un general, Frank  D. Carranza, hijo de emigrantes vascos, se percató de que entre el cuerpo de marines había 60 hombres de origen vasco.

Argot bélico

El uso de la lengua como código de comunicación de guerra dio lugar a un verdadero argot bélico para dar instrucciones a las tropas.El euskera no sólo era incomprensible para las tropas enemigas, sino que, además, la fluidez con que lo hablaban los espías de origen vasco permitía dar mucha velocidad a los diálogos. Bastaba con colocar marines que supieran inglés y euskera en ambos lados de la comunicación. El argot se extendió con expresiones más o menos fijas. «Egalari lagundu» (ayuda al piloto), «Egon arretaz egunari» (atentos al día X), Segarra erragiza, (operación manzana), fueron algunas.

Hasta la orden que marcó el inicio de la batalla de Guadalcanal fue cursada en la lengua vasca en agosto de 1942, según los datos del historiador Daniel Arasa. En la misma batalla, el bando aliado también utilizó otros idiomas desconocidos para los japoneses como el comanche y el navajo. El uso de este último, que fue relatado en la reciente película The Windtalkers, resultaba perfecto para codificar las comunicaciones.

Labor de investigación

Las investigaciones desarrolladas por la Euskararen Etxea han dado también otros frutos relacionados con el uso histórico del euskera. Entre ellos, se ha hallado un manuscrito del siglo xvi, de Juan Pérez Lazarraga, redactado en una variante, hoy desaparecida, del euskera en Álava.

Este centro de apoyo al euskera, que el próximo sábado cumplirá un año, ha recibido ya a 4.000 visitantes y 19.550 entradas en su web: euskararenetxea.net

El sábado, ‘Gure artean euzkaraz’

El Día Internacional del Euskera llegará el sábado a Bilbao con un programa repleto de actos. Entre ellos, la entrega del Premio Lauaxeta, como reconocimiento al trabajo en favor del euskera, a Ander Manterola, director del Instituto Diocesano Labayru. La fiesta popular se desarrollará en la Plaza Nueva, donde una carpa servirá de punto de encuentro para el público infantil, que disfrutará de talleres, malabares, cómics, cuentacuentos y deportes rurales, entre otras atracciones. Como colofón, los jugadores del Athletic portarán una pancarta en apoyo del euskera en el partido de la noche.

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