La CHE detecta tres ejemplares vivos de Margaritifera auricularia en la Ribera Alta de Aragón y ninguno en el Bajo Ebro

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha concluido un estudio sobre el estado actual de conservación de la Margaritifera auricularia en las aguas del río Ebro. En las prospecciones realizadas, se han encontrado tres ejemplares vivos en la Ribera Alta de Aragón, un tramo en el que con anterioridad se sabía de una población de 40 individuos, y ninguno en el Bajo Ebro, aunque según los datos ofrecidos por la Generalitat de Cataluña existe una población de unos 50 ejemplares vivos de los que se desconoce su ubicación actual.

Además, según explica el Organismo de Cuenca en un comunicado, se han localizado numerosos restos que indican que muchas de las poblaciones que ocuparon diferentes tramos del Ebro están hoy extinguidas.

Estos datos obtenidos a lo largo de los tres últimos años indican que en la actualidad el Canal Imperial es el ámbito de la cuenca donde vive un mayor número de ejemplares de Margaritifera auricularia, el 90 por ciento de toda la población mundial, destaca la CHE para señalar que, respecto al resto de especies de náyades del Ebro, existe un declive generalizado de sus poblaciones en el cauce principal, sobre todo en el Ebro Medio y Bajo.

Asimismo, el informe propone considerar la zona del Alto Ebro como un "santuario" de náyades puesto que es en este territorio donde se han localizado las poblaciones más numerosas detectadas hasta el momento en el cauce principal del río Ebro, donde las especies se reproducen y forman colonias bien estructuradas.

Este trabajo se enmarca en la línea de colaboración de la Confederación Hidrográfica del Ebro con las Comunidades autónomas, administraciones que tienen la competencia medioambiental y el control de la fauna invasora. El estudio podrá servir de información de referencia sobre la localización de especies de náyades en el cauce principal del río Ebro.

El estudio, promovido y financiado por la Confederación Hidrográfica del Ebro, se ha desarrollado a lo largo de los tres últimos años y ha supuesto una inversión de 30.000 euros. Además, ha sido coordinado por Rafael Araujo, del Museo Nacional de Ciencias de Madrid; María José Madeira, de la Universidad del País Vasco, e Iker Ayala, de la Asociación para la conservación y estudio de la Biodiversidad (ACEBI).

Su objetivo ha consistido en la elección y prospección de diferentes zonas a lo largo de todo el cauce principal del río Ebro en busca de poblaciones vivas de Margaritifera auricularia que pudieran haber pasado desapercibidas hasta el momento.

También se ha puesto especial atención en la búsqueda de las otras especies de náyades propias de este cauce (Unio mancus, Potomida littoralis y Anadonta anatina) con el fin de conocer el estado actual de sus poblaciones y su nivel de conservación.

Para ello, se han muestreado 118 tramos de río, desde su nacimiento en Cantabria hasta el Bajo Ebro en Cataluña, priorizando las mejanas del Ebro al ser éstas las zonas más probables para albergar poblaciones de náyades.

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