Fuentes del Departamento se han pronunciado así en declaraciones a Europa Press, después de que el prelado haya desvelado hoy a los medios de comunicación que ha propuesto a la Nunciatura Vaticana en Madrid y al secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, una declaración de patrimonio cultural común con la Diócesis de Barbastro-Monzón y compartir el arte sin discutir la propiedad.

El Departamento de Educación, Cultura y Deporte de Aragón ha opinado que estas declaraciones "sólo demuestran un síntoma de debilidad porque la propiedad de esos bienes ya ha sido determinada por los tribunales eclesiásticos".

El conflicto entre las dos diócesis se gestó en 1995, cuando 111 parroquias de la zona oriental de Huesca pasaron de la Diócesis de Lérida a la de Barbastro, que comenzó a denominarse Barbastro-Monzón, y reclamó las obras al Obispado de Lérida.

En 2005, cuando la Congregación para los Obispos ordenó la devolución de las obras, el entonces obispo de Lérida, Francesc Xavier Ciuraneta, presentó un recurso de súplica en la Signatura Apostólica y a la vez pidió permiso a la Generalitat de Cataluña para devolver las obras. Obtuvo negativas en ambos casos.

Un año después, el Parlamento de Cataluña aprobó una moción que proclamaba la unidad de la colección. También en 2006, Ciuraneta presentó el recurso en el Tribunal de la Rota Romana, que no fue admitido a trámite.

En julio de 2008, el entonces obispo de Lérida, Xavier Salinas, y el de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, pactaron ante el entonces Nuncio Apostólico, Manuel Monteiro de Castro, la entrega inmediata de los 113 bienes las parroquias de la Diócesis de Barbastro-Monzón. Un mes antes de ese pacto, la Asociación Amigos del Museo Diocesano de Lleida presentó la denuncia civil para certificar la propiedad.

Esta asociación pidió que la justicia civil se pronunciara sobre la propiedad de 83 de las 113 obras que reclama el Obispado de Barbastro. El Obispado de Lérida ha admitido siempre que las restantes están en depósito. La asociación basa la propiedad en el derecho de la usucapión, la adquisición de una propiedad mediante la posesión pacífica continuada durante un largo período de tiempo.