La decisión fue adoptada esta mañana en una asamblea que tuvo lugar a las puertas de las cocheras de la empresa, en la que participaron unos 120 trabajadores, según Cano, quien justificó el "endurecimiento" porque las huelgas llevadas a cabo hasta ahora "no han surtido efecto por el boicot a las que la somete la empresa".

La huelga tendrá lugar el 7 de junio porque "hacen falta un mínimo de diez días para solicitar su ampliación, y nos interesa hacerla a principios de mes para ver cómo responde la empresa y si la nómina de mayo viene con la actualización y la subida pactada para el año 2010", un supuesto en el que la huelga "sería suspendida".

Cano confirmó que el objetivo de los trabajadores es "conseguir la actualización de la nómina pactada para el año 2010", mientras que el pago de los atrasos "puede retrasarse". Para tratar de conseguir la aplicación del convenio y suspender definitivamente la huelga, el comité de empresa intentará llevar a cabo una reunión con el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, antes del próximo 7 de junio.

No obstante, Cano reconoció que "es difícil que se cumpla la actualización", porque el director de la empresa "ya dijo ayer que vería a ver si podía pagar la nómina de mayo, que también podría dejar congelada". En sus reivindicaciones, Cano informó que USO "se ha quedado sola, porque UGT ya se retiró y CCOO se va diluyendo poco a poco", lo que "unido a la presión de la empresa hace disolverse a los trabajadores, por ejemplo, en la manifestación de hoy, secundada sólo por medio centenar de personas".

Cano destacó que la "clave" para lograr un acuerdo es "acelerar el convenio de unificación tarifaria entre Latbus y la Entidad Pública del Transporte (EPT)". "Toda solución pasa por ahí porque en el preacuerdo firmado con los trabajadores, Latbus supeditaba la actualización de las nóminas en mayo si firmaba el acuerdo de unificación tarifaria, que supone que la EPT adelanta tres millones de euros a la empresa", destacó.

En este sentido, adelantó que el comité de empresa "baraja no sólo reunirse con el alcalde de Murcia, sino también presionar al director de la EPT, José Guillén".