El diputado Bizén Fuster registró esta iniciativa en septiembre de 2009, después de un verano en el que se quemó en Aragón más superficie que en los once años anteriores, 22.172 hectáreas. "Lo cierto es que se va a debatir con más de siete meses de retraso, pero a pesar de ello, todavía habría tiempo de adoptar estas medidas de cara a este próximo verano", indicó Fuster.

El diputado de CHA manifestó que se ha pasado de gestionar cuadrillas de retén dobles (7+7 peones) a gestionar cuadrillas simples de 7, donde trabajan 5 y descansan 2, lo que no hace posible los relevos completos. Por eso plantea que se retome el sistema de cuadrillas dobles, lo que garantizaría la disponibilidad de relevos en caso de gran necesidad, especialmente en la época estival de mayor peligro de incedios.

Bizén Fuster también consideró necesario que al menos un tercio de los integrantes de las cuadrillas sean personas autóctonas, residentes o conocedoras de la zona, y que en todo caso las contrataciones sean a jornada completa.

"No se da suficiente importancia a la labor que realizan estas cuadrillas, que en muchos lugares ni siquiera tienen un centro de trabajo o espacio físico donde reunirse, y cuya contratación precaria, de 5 ó 6 meses al año, con sueldos bajos y jornadas incompletas los desmotivan, cuando deberían ser todo los contrario", argumentó.

Por ello CHA propone que se garantice la estabilidad laboral de los integrantes de las cuadrillas de retén, configurando con estos trabajadores las actuales cuadrillas de prevención de invierno, lo que supondría a su vez la fijación de población en el medio rural. Y sugiere que se incluyan dentro del trabajo programado de las cuadrillas las labores de limpieza y prevención forestal y que se fomente su implicación en trabajos de reforestación y restauración de zonas incendiadas, para que sientan esas áreas como algo suyo.

Otra medida novedosa que recoge la iniciativa de CHA es la regulación de la figura de los colaboradores en caso de incendio forestal, entendiéndose como tal a las personas que, designadas por el alcalde del municipio afectado y con el consentimiento del director de extinción, se pondrían a las órdenes de éste para colaborar no en el frente del incendio sino en tareas auxiliares de los colectivos profesionales, como acompañamiento o guía de cuadrillas, agentes, bomberos, motobombas u otros medios, lucha contra el rebrote del fuego en perímetros controlados pero no extinguidos, entre otras cosas.