La Feria del Libro de Sevilla fue escenario hoy de la tertulia 'Literatura y política', organizada por el Parlamento de Andalucía, que contó con la participaron el parlamentario del Grupo Socialista Miguel Ángel Vázquez, el del Grupo Popular Antonio Garrido Moraga y el del Grupo de Izquierda Unida José Manuel Mariscal, quienes señalaron que "los políticos que leen hoy son criaturas sospechosas" y resaltaron que el nivel parlamentario "es inferior" al de otros tiempos.

Mariscal recordó que en la Facultad cuando lo veían con un libro lo llamaban "intelectual", algo que también le sucede en el Parlamento de Andalucía, señal de que "se lee poco". En este sentido, añadió que el nivel de los discursos, el uso de los recursos literarios, la ironía por un actual sarcasmo y humor facilón demuestra que es "más bajo que antaño". Así, señaló que para los parlamentarios, habituados a leer informes y estudios áridos y mal escritos, la literatura tiene que servir para "oxigernarse".

Por su parte, Garrido Moraga, que lejos de otros tiempos donde los diputados o senadores eran personas como Menéndez Pelayo, Pérez Galdós, Blasco Ibáñez o Alberti, la República puso fin a esa tradición política y literaria, donde, incluso, antes estaba "prohibido leer en la tribuna". El parlamentario del Grupo Popular achacó el nivel actual a la educación y señaló que "la democracia no ha favorecido la relación literatura y política".

Asimismo, señaló que los que leen "son criaturas sospechosas y extrañas, pues ven matices donde otros no ven". "El nivel cultural de los parlamentarios en materia literaria es escaso", aseguró. Añadió que los políticos "hacen un destrozo del idioma", poniendo como ejemplo el texto del Estatuto de Andalucía que por "consensuar", se hizo un texto "para fusilarnos al amanecer", dijo.

Por su parte, Vázquez apuntó que "hay unos que leen mucho, otros no leen nada" y comentó que a él le llaman "Benedetti" por escribir poesía en su blog, "como si la poesía estuviera fuera de lugar", expresó. Con respecto al lenguaje político, indicó que está "contaminado por el fin de comunicar y la evolución de la política y la necesidad de la comunicación". En este sentido, manifestó que se está produciendo "un cambio de registro a un lenguaje más directo y más impactante, que produce una degeneración del lenguaje".

Por otro lado, Mariscal, autor de dos poemarios y un ensayo, explicó que su acercamiento a la política y la literatura nace en "la preocupación por el lenguaje y la perversión de éste en ambos territorios". Asimismo, apuntó que el acercamiento a la literatura para que sea efectiva tiene que ser "íntimo", confesando que "siente más vértigo ante el papel vacío que ante el discurso". Del mismo modo, el catedrático de Lengua y Literatura y ex director del Instituto Cervantes de Nueva York, Antonio Garrido apuntó que "la literatura es su vocación" y dijo que la política le interesaba "muchísimo, aunque nunca militó en ningún partido". "La política sólo le ha dado satisfacciones, entre otras razones, por que no se aburre", señaló.

Por su parte, Miguel Ángel Vázquez apuntó que, si bien llegó a la política de forma tardía, ésta te "contamina y no te permite volver a tu trabajo original". Precisó que "no es un literato de pura cepa, sino que se desfoga literariamente en su blog".

Novela política

Con respecto a la novela política hecha en España, el parlamentario del Grupo de IULV-CA aseguró que "toda literatura es política porque tiende a reproducir los valores de las clases dominantes y del pensamiento único" y confesó que de la literatura y la política le interesa lo mismo, "la capacidad de cambiar el orden existente hacía una transformación progresista". En este sentido, dijo que "la literatura actual es de la que contribuye a adormecer, más que cambiar". Además, añadió que "los que se llaman historiadores no son más que publicistas" y manifestó que hay "más política en la poesía que en la narrativa".

Al hilo de esto, Moraga indicó que hay "buena narrativa política en Estados Unidos y en Inglaterra por ser países con unas democracias antiguas y sin interrupción, mientras en España, la democracia tiene poca trayectoria". En este sentido, apostó por que la novela política "surgirá con el tiempo", ya que "cuando el sistema está cómodo permite la transgresión". Con respecto a la literatura histórica aseguró que "se hacen cosas muy malas y, a veces, hay que pensar que los árboles que se talan son mejores que las obras".

El parlamentario socialista consideró que en España se dan "libros biográficos, cuestiones periodísticas convertidas en libros y crónicas largas más que novelas políticas". Mientras la sociedad ofrece productos como la serie 'Cuéntame como pasó' que son guiones políticos, la literatura política fracasaría por "la falta de afición a la lectura", comentó.

Por último, los parlamentarios, que participaron en la publicación de relatos 'Seré breve', editada por el Parlamento de Andalucía y la Fundación José Manuel Lara, ofrecieron su versión del compromiso de la literatura. Así, Mariscal señaló que "el primer compromiso de la literatura es con la propia literatura y con el lenguaje". "El que escribe tiene una ideología y ésta aparecerá de una manera u otra", según Moraga, que sólo pidió "buena literatura". Por su parte, Vázquez apuntó que "el compromiso del escritor es consigo mismo, ya que no puede hacer trampas y sabe a lo que aspira".