Una mujer de 38 años que había resultado gravemente desfigurada en la cara por el ataque de unos perros, ha sido objeto de un trasplante parcial de rostro en Francia, según el semanario Le Point. La intervención, que recibió el visto bueno en agosto, se practicó entre el domingo y el lunes pasado en Lyon, gracias a la donación de un enfermo que se encuentra en estado de muerte cerebral. Se centró en el triángulo formado por la nariz y la boca, y fue practicada por el mismo cirujano francés que realizó el primer implante de una mano, en 1988.
Pero el éxito no está garantizado, puesto que la operación, de «alto riesgo» desde el punto de vista médico y psicológico, puede evolucionar hacia un rechazo a corto o largo plazo, así como a complicaciones consecutivas a una intervención difícil, además de consecuencias éticas. La paciente deberá ahora enfrentarse a una nueva imagen.
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