Nunca es demasiado tarde para darse un garbeo por la Croisette, y más en esta época del año, donde el calor acompaña pero no aprieta. Eso mismo han pensado un buen puñado de leyendas del celuloide que este año se congregan en Cannes ya sea para luchar por la palma o hacerlo en secciones paralelas. De los 73 años de Ridley Scott a los 102 de Manoel de Oliveira, aquí va una selección de directores que podrían vivir de rentas pero siguen al pie del cañón.

Ridley Scott: A sus 73 años sigue dando guerra. Acaba de presentar un trabajo titánico de la magnitud de Robin Hood y ya tiene en cartera una precuela de Alien. No se le ve con ganas de retirarse.

Woody Allen: Llega a Cannes con 74 primaveras y tan activo como el primer día. Esta vez presenta You will meet a tall dark stranger, con Naomi Watts, Anthony Hopkins y donde podremos ver a Antonio Banderas. Allen sigue con su ritmo de hacer una película por año y no parece que vaya a poner freno a esa tendencia. Mientras siga regalando alguna joya de vez en cuando, el público no se lo tendrá en cuenta.

Stephen Frears: A punto de cumplir 69 años, Frears aparece en la Costa azul con Tamara Drewe, una cinta coral que narra el regreso de una periodista a su pueblo natal. Después del éxito cosechado con The Queen, Frears pasó de puntillas por las carteleras con Chéri, que suponía su reunión con Michelle Pfeiffer después de Las amistades peligrosas.

Mike Leigh: Another year es la cinta con la que opta a la palma de oro el realizador de Secretos y mentiras. A sus 64 años, cumplidos hace unos meses, Leigh se presenta con el relato de una pareja y sus vicisitudes a lo largo de un año. Con Vera Drake demostró que sigue en forma, podría ser un aspirante a premio gordo si cumple con las expectativas.

Oliver Stone: Azote constante de la derecha norteamericana, o de la derecha en general, viene con más carnaza para los que le acusan de aburrir con su cine político. Wall Street: Money never sleeps, es la secuela de aquella cinta de finales de los 80 protagonizada por Michael Douglas. Sus últimos trabajos, W, o South of the border, han ahondado en su visión personal del mundo en el que vivimos.

Jean-Luc Godard: Cuando formas parte de la creación de una vanguardia artística podrías echate a dormir el resto de tus días y vivir del cuento. Godard no piensa lo mismo, y llega dispuesto a dar guerra. Socialisme se llama el nuevo trabajo de un tipo que a sus 79 años puede presumir de haber firmado obras capitales en la historia del cine como Al final de la escapada o Banda aparte.

Manoel de Oliveira: Cuenta la rumorología que Oliveira, a pesar de sus 102 años, se pasea por Portugal a lomos de un Ferrari. Sea verdad o no, nadie puede negarle al portugués el título de patriarca de esta edición. Su carrera detrás de las cámaras comenzó en los años treinta y ha conocido el cine mudo o el paso al color. Conociendo su tenacidad no sería de extrañar verle convertido al 3D.