El director CIS Guillermo Miranda dice que el endurecimiento del Código Penal ha aumentado población reclusa normalizada

Boronat asegura que la plaza en un centro de inserción supone al contribuyente un ahorro del 50% con respecto al régimen ordinario
Francisco Marín, El Delegado Del Gobierno Y El Director Del Centro De Inserción
Francisco Marín, El Delegado Del Gobierno Y El Director Del Centro De Inserción
DELEGACIÓN DEL GOBIERNO
Francisco Marín, El Delegado Del Gobierno Y El Director Del Centro De Inserción

El director del Centro de Inserción Social 'Guillermo Miranda', Enrique Boronat, quien la semana pasada fue nombrado para dicho cargo por la secretaria general de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior, Mercedes Gallizo, aseguró hoy que las reformas penales de los últimos diez años han provocado el descendimiento del número de delitos, pero el aumento de población reclusa, y lo que es más grave, "el aumento de personas normalizadas socialmente".

No nos engañemos, señaló, "los datos estadísticos criminológicos de evolución de delitos están descendiendo en los últimos dos años y medio de forma sistemática a nivel español y europeo, pero paradójicamente está aumentando drásticamente la población reclusa, sobre todo en el ámbito español".

"Una de las circunstancias que está ocurriendo también es que los patios de las cárceles españolas ya no están llenas de marginales o delincuentes, sino que hay cada vez más personas normalizadas socialmente", insistió.

Algo que se debe, a su juicio, a las continuas reformas penales ocurridas en el país en los últimos años, lo que ha supuesto el endurecimiento y la prolongación de las penas y que el Código Penal español sea el más exigente y duro actualmente. Hoy, apostilló Boronat, "en el sistema penal español se entra pero no se sale".

De hecho, señaló en rueda de prensa, "el promedio de cumplimiento de pena en EEUU está por debajo del sistema español penitenciario, que no tiene cadena perpetua". Tras lo que argumentó que ha habido un crecimiento artificial de la idea de inseguridad ciudadana, "que habría que reconducir".

En concreto, según explicó el director del Centro Penitenciario de Murcia, Francisco Marín, el tiempo de cumplimiento de las penas en Francia y Alemania es de 8,5 meses de media frente a los 14,7 meses de España. Aunque, advirtió Boronat, el sistema penitenciario español es "más eficaz, saneado y humanizante".

Al hilo, el director del CIS 'Guillermo Miranda' señaló las ventajas de un Centro de Integración Social, que pasan por la reducción de la reincidencia de delitos, la disminución de la marginalidad y exclusión social y de cara al contribuyente, "una plaza residencial del CIS supone un ahorro entorno al 50 por ciento con respecto a la plaza de régimen cerrado u ordinario".

Explicó que entre las competencias de este centro están todas las correspondientes a Medio Abierto, que se podrían desglosar en las diferentes modalidades de vida prevista en el tercer grado de tratamiento penitenciario, como son las de trabajo externo, salida a formación, tratamientos ambulatorios (en régimen de centro de día) para drogodependencias, o estancia nocturna durante la semana.

Así como estancia en el centro para formación, cursos, talleres, con pernoctación en el centro o en su domicilio, además de los internos con aplicación de control mediante medios telemáticos (pulsera) en sus diferentes modalidades.

En este sentido, señaló que la puesta en marcha del CIS 'Guillermo Miranda' supondrá la desaparición de la Sección Abierta del C.P. Murcia, así como el CIS dependiente de Cartagena en el que actualmente hay unos 24 internos.

También informó que está previsto que cuando entre en funcionamiento el Centro Penitenciario de Campos del Río, se cumplan también en el CIS penas cortas de primarios, estancias de internos en segundo grado de tratamiento.

También dependerá del Centro de Inserción Social toda la gestión y ejecución de medidas alternativas, es decir, trabajos en beneficio de la comunidad y medidas en casos leves de violencia de género.

Campos del río empezará a funcionar a final de año

Al hilo, el delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, que presentó ante los medios a Boronat como director del CIS 'Guillermo Miranda', aseguró que el centro penitenciario de Campos del Río empezará a funcionar a final de año o principios del próximo.

El Centro de Inserción Social de Murcia tiene 150 habitaciones dobles, una habitación complementaria y una para personas con movilidad reducida, taller productivo y ocupacional, cocina, lavandería, biblioteca, zona deportiva y zona de atención sanitaria.

La nueva infraestructura también cuenta con una zona para los servicios sociales penitenciarios, que se encargan del cumplimiento de las penas alternativas y del seguimiento de las personas en libertad condicional.

El nuevo CIS lleva el nombre de Guillermo Miranda, quien desde el año 1992 y hasta su fallecimiento en 2009 ejerció de director del centro penitenciario de Murcia. Este centro se une a los 24 CIS que ya están en funcionamiento en toda España.

González Tovar recordó que el CIS fue inaugurado el pasado 7 de abril y señaló que esta nueva infraestructura penitenciaria albergará a internos que se encuentran en un proceso avanzado de reinserción o que cumplen su pena en régimen abierto.

Indicó que "en este tipo de centros se lleva a cabo una estrategia más racional y eficaz en el proceso de intervención penitenciaria con internos en régimen abierto, una modalidad de cumplimiento de la condena que busca la reinserción del interno facilitando su participación en la vida familiar, social y laboral".

Enrique boronat

Enrique Boronat nació en Valladolid en 1952, es licenciado en Filosofía y Letras, especialidad Psicología. Funcionario de Instituciones Penitenciarias desde 1979, ha estado destinado en los centros de Carabanchel jóvenes, San Sebastián, Gerona, Barcelona, Castellón, Cartagena, y Murcia.

Además de ejercer como psicólogo, tiene amplia experiencia en puestos directivos ya que ha ocupado los cargos de subdirector de Régimen en San Sebastián, subdirector de Tratamiento en Castellón, Cartagena y Murcia, y de director en el Centro Penitenciario de Cartagena.

Desde diciembre de 2008, trabajaba como psicólogo en el Centro Penitenciario de Murcia.

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