El Grupo Parlamentario de los Socialistas se sumó hoy a la petición de populares y nacionalistas para que el Gobierno central licite en 2010 el "proyecto y obra" del tren de alta velocidad entre Vigo y Ourense, después de que ayer se hubiesen desmarcado de esta demanda y hubiesen acusado al PPdeG de "no respetar" el Pacto do Obradoiro, suscrito en julio del pasado año entre Gobierno central y Xunta.

Precisamente, esta modificación de postura mereció la explicación del parlamentario socialista Pablo López Vidal, quien justificó el apoyo dado a que el PSdeG "quiere sí el AVE Ourense-Vigo en los plazos firmados en el Pacto do Obradoiro".

Con este respaldo a la iniciativa impulsada por el diputado del PPdeG Alejandro Gómez Alonso, los socialistas gallegos expresaron que su intención es "sacar el AVE de la demagogia política cortoplacista", al tiempo que llamó a la "lealtad" institucional, que "tanta falta hace".

Con todo, en el debate que tuvo lugar en la sesión de tarde de ayer, el diputado del PSdeG había acusado de que "no se respetaba" el acuerdo de julio y responsabilizó a los populares de "dinamitar" ese acuerdo.

Por su lado, Gómez Alonso defendió la legitimidad de que los grupos del Parlamento gallego realicen una petición como la efectuada, puesto que el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, ya había dicho, cuando firmó aquel documento, que "lo que no se cumpliese se iba a denunciar". JUSTIFICACIÓN

Así las cosas, el parlamentario del PPdeG había incidido en que existen informaciones que apuntan a que "se va a hacer la declaración de impacto ambiental" y que la aprobación de la obra y el proyecto no van a ser simultáneas, por lo que justificó en esta situación la necesidad de reclamarlo a través de la iniciativa presentada.

"No son creíbles, ni fiables", reprochó el diputado socialista Pablo López Vidal, quien lamentó, durante su intervención en el debate, que "a la primera de cambio diesen una patada" al pacto.

Por su parte, la nacionalista Teresa Táboas subrayó que desde el principio el BNG mostró su "escepticismo" por el acuerdo rubricado entre el Gobierno central y el gallego y ve la confirmación de sus sospechas en asuntos como el abordado en este pleno. "Es la crónica de una muerte anunciada", comparó evocando el título de García Márquez, al tiempo que deseó ver hecho realidad el tren de alta velocidad.