Un chivatazo posibilitó la desarticulación de un punto de venta de droga en el poblado chabolista pontevedrés de O Vao

Un matrimonio de etnia gitana, su hija y yerno se encuentran entre los seis detenidos en el operativo de la Guardia Civil

Un chivatazo posibilitó detención de seis personas y la desarticulación de un centro de venta de droga en el poblado chabolista de O Vao, en el municipio pontevedrés de Poio, en una operación en la que participaron medio centenar de miembros del Grupo Rural de Seguridad de la Guardia Civil, según informó hoy la Benemérita.

A lo largo de la madrugada de ayer y en el marco de los operativos que habitualmente se establecen en el entorno de este asentamiento gitano, efectivos del instituto armado, sobre las 2.30 horas, interceptaron a dos personas cuando salían del poblado portando envoltorios que contenían heroína y cocaína.

Según explicó hoy en rueda de prensa un portavoz de la Benemérita, "al conocerse que dichas sustancias habían sido supuestamente adquiridas en una de las viviendas del poblado y existiendo informaciones anteriores que relacionaban este inmueble con el tráfico de drogas", se solicitaron los preceptivos mandamientos judiciales de entrada y registro.

"Se procedió al registro de dos inmuebles y dos almacenes", explicó este portavoz, en los que se incautaron de 93 dosis de cocaína, 345 de heroína, una bolsa que contenía 183 gramos de cocaína, algo más de 5.800 euros en efectivo, una cantidad significativa de oro y una pistola —sin marca ni numeración— de calibre 6,35 con seis cartuchos sin detonar, dos catanas, un hacha y dos navajas de grandes dimensiones.

Además de lo anterior, "se aprehendieron diversos efectos entre los que destacan varios teléfonos móviles, un ordenador portátil, y otros elementos supuestamente relacionados con los hechos investigados", afirmó.

Como presuntos autores de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas se procedió a la detención de María Dolores J.G., de 61 años, apodada como 'La Coneja', que los investigadores sitúan al frente del clan.

Junto a ella fueron arrestados su marido, Carlos G., de 59 años; una de las hijas del matrimonio, R.G.J., de 23 años; y su yerno, E.J.J., de 22 años.REALOJADOS

Estas cuatro personas fueron realojadas por el ayuntamiento pontevedrés de Poio en el barrio de Monte Porreiro, en concreto en la calle Portugal, si bien tuvieron que abandonar la vivienda debido a las protestas vecinales que denunciaban a este clan como "trapicheros".

Además, con antelación, fueron detenidos otros dos individuos que, en principio, no mantienen vínculos familiares con el resto de arrestados y cuya identidad se corresponde con las iniciales M.R C., de 38 años, y J.C.R.E., de 41 años, "supuestamente vinculadas con las actividades delictivas que desarrollaban los anteriores" y vecinos de Pontevedra.

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