Zaitu, la Asociación pro-víctimas de persecución, amenazados y exiliados por causa de ETA, pidió hoy "generosidad, visión de futuro y altura de miras" para sacar adelante la reformulación del Plan de Educación para la Paz, y aseguró que "el objetivo que se persigue merece estar por encima de rencillas personales, de doctrinas e intereses partidarios".

En un comunicado, el presidente de Ziutu, Joseba Marcaida, afirmó que "el inesperado, enfrentado y enconado debate mediático producido" en torno al Plan de Convivencia Democrática y Deslegitimación del Terrorismo, les ha dejado "un mal sabor". "Nos hemos sentido defraudados y tristes ante los mezquinos argumentos esgrimidos por algunos conocidos portavoces para justificar sus desacuerdos ante la ciudadanía", añadió.

Marcaida, que expresó su adhesión a los comunicados consensuados por Gesto por la Paz y de las Asociaciones y Fundaciones de Víctimas del Terrorismo sobre la polémica surgida en torno a esta cuestión, recordó que "uno de los mayores desencuentros se refiere a la conveniencia o no de la presencia física de las Víctimas en las aulas, dando testimonio directo y contestando a las cuestiones de los escolares".

"Consideramos que el testimonio directo de las Víctimas constituye uno de los elementos más importantes en la imprescindible socialización de su memoria en el seno de la sociedad y en el proceso de su reconocimiento y reparación", señaló.

Según explicó, saben, "por propia experiencia, que estas acciones educativas resultan fructíferas, siempre que estén preparadas por acreditados expertos y sean consensuadas con los educadores y la Dirección del Centro".

"Hemos constatado que son doblemente beneficiosas y enriquecedoras para alumnos y testimoniantes. Se trata de deslegitimar la violencia, de educar para la paz en base a la defensa de los derechos humanos fundamentales y los principios democráticos (libertad de expresión, no violencia, participación, pluralidad, justicia y solidaridad), de educar contra toda tiranía, ciñéndonos en nuestro caso concreto a evitar que continúe la necia, persistente y anacrónica violencia terrorista de ETA", indicó.

El fin de eta

En esta línea, apuntó que los miembros de la banda, "atrapados en su fatal inercia y su incapacidad de plantearse su propio final, son la causa y no la consecuencia del 'conflicto'".

"A nuestro entender, en esta cuestión de principios donde obviamente la vida es lo primero, el acuerdo y la aprobación del Plan requieren, esencialmente, generosidad, visión de futuro y altura de miras de nuestros representantes políticos. Cedamos protagonismo y trabajemos todos por el arreglo", emplazó.

Zaitu señaló que "el objetivo de fondo que se persigue, bien merece estar por encima de rencillas personales, de doctrinas o de intereses partidarios".

"Sumemos voluntades y esfuerzos, evitando viejos y vanos enfrentamientos ya superados. En esta ética y estratégica faceta de la política (pre-política a nuestro juicio), aparquemos las diferencias sectarias y los egoísmos particulares por el bien común", insistió. En esta línea, destacó que "el devenir del asunto es crucial" porque los vascos se juegan "la futura convivencia".