El fiscal y el abogado de la acusación particular reclamaron hoy la confirmación de la condena por un delito de asesinato para A.G.B., de 59 años, considerado por un jurado popular culpable de la muerte de una prostituta en noviembre de 2005 en Maside (Ourense). El ministerio público calificó al procesado de "monstruo" y recordó que en 1987 fue condenado ya por otros dos asesinatos.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acogió esta mañana la vista de apelación por el recurso presentado por la defensa de A.G.B contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Ourense, de noviembre de 2009, que le condenó por asesinato, después de que el jurado, por mayoría, le encontrase culpable.

Así, consideraron como hechos probados que el 21 de noviembre de 2005 sobre las 2.00 horas el acusado recogió en su vehículo en la zona de la Alameda de Ourense a la víctima, A.D.B.X., que se encontraba ejerciendo la prostitución y, tras haber solicitado sus servicios sexuales, la condujo en el vehículo a una carretera cercana a la localidad de Listando, en el municipio de Maside.

Una vez en el lugar, señala la sentencia, el acusado, "con ánimo de acabar con su vida", la agarró con fuerza con ambas manos por el cuello hasta ocasionarle la muerte por asfixia.

Además, asegura que el procesado condujo a la mujer a un paraje solitario y deshabitado "con la intención de darle muerte", para que "no pudiera recibir ningún tipo de auxilio y sin que tuviera posibilidad de defenderse". La fallecida tenía dos hijos mayores de edad que convivían con ella y que en el juicio ejercieron la acusación particular.APELACIÓN

En la vista de apelación, la defensa sostuvo que el jurado hizo una interpretación "sesgada" de las declaraciones del procesado, "dando validez a lo que convenía para la condena". Asimismo, afirmó que le dio "validez" a los informes de los peritos, que aseguraron que tenía una personalidad esquizoide y sádica y que rechazaron "el alcoholismo que sufría" su cliente".

También evidenció la existencia de "contradicciones" en los informes de los forenses "que durante cuatro años dijeron que la muerte se debió a una asfixia por sofocación y el mismo día de la vista dicen que fue por estrangulamiento".

Además, puso en duda la validez del testimonio de una testigo, cuya denuncia dio origen a la detención del acusado, después de que asegurase ser víctima de unos hechos similares a los que provocaron la muerte de la otra mujer.

El fiscal, por su parte, afirmó que los hechos "ponen los pelos de punta" y recordó que se cometieron "al poco de salir a la calle", en alusión a los años que pasó en prisión el procesado por otros dos delitos de asesinato por los que fue condenado en 1987. "PREMEDITADO"

Tanto el ministerio público como la acusación particular sostuvieron que, por parte del acusado, hubo "una intención premeditada de acabar con la vida de la víctima", quien señaló que la víctima "se encontró con este monstruo", señaló en referencia a su personalidad.

Asimismo, negó que hubiese "contradicción" o "parcialidad" en el veredicto del jurado, mientras que incidió en que "sofocación y estrangulamiento son exactamente lo mismo", indicó en referencia a los informes forenses.

Mientras, la acusación particular afirmó que el jurado "valoró perfectamente las declaraciones" y señaló que "lo que ocurrió es que no creyó ni una palabra", indicó en referencia al testimonio del procesado. Al igual que el fiscal, consideró que está demostrada la existencia de alevosía y defendió la legitimidad del testimonio de la mujer que denunció un intento de agresión similar.