El número de alojamientos rurales crece un 65% en los últimos 10 años, pero el empleo directo baja un 24% desde 2002

El estudio propone la creación de una imagen de marca en la Región y controlar el "importante" intrusismo en el sector

El número de alojamientos rurales en la Región de Murcia y sus plazas ofertadas crecieron cerca de un 65 por ciento en la última década, al pasar de los 307 alojamientos y 2.014 plazas que registraban en 2002, a los 506 establecimientos de este tipo y 3.251 plazas que tenían en 2008. Sin embargo, los datos oficiales indican un disminución progresiva del empleo directo en los alojamientos rurales en un 24 por ciento entre 2002 y 2009.

Se trata de una de las conclusiones del estudio 'Turismo rural y ecológico: Una oportunidad para el desarrollo sostenible de la Región de Murcia', elaborado por la empresa Ecopatrimonio S.L.U., por encargo del Consejo Económico y Social de la Región de Murcia (CESRM) para analizar la evolución de este subsector, sus potencialidades y tendencias, así como los retos que es necesario superar para su consolidación, diversificación y desarrollo.

En concreto, los alojamientos rurales de la Región de Murcia tenían 515 trabajadores contratados en el año 2002, hasta pasar a los 387 empleados en el año 2009, lo que contrasta con la evolución de otras comunidades como Andalucía, que en es mismo periodo de tiempo pasó de 575 trabajadores a 2.351, y Castilla-La Mancha, que pasó de 644 trabajadores a 1.779, según informó en rueda de prensa el director gerente de Ecopatrimonio S.L.U., Herminio Picazo.

Picazo, acompañado por la directora técnica de la empresa, Lola Falcó, justificó esta disminución del empleo directo del turismo rural en la Región de Murcia porque ahora "hay menos trabajadores, pero trabajan a tiempo completo y están más profesionalizados, mientras que hace una década, el subsector dependía de una economía familiar y eran los propios familiares los que contribuían a tiempo parcial".

Falcó explicó que la profesionalización del sector en la Región de Murcia "ha generado una compactación de los puestos de trabajo, de forma que antes podía haber cinco familiares encargados de forma temporal y menos profesionalizada del negocio, mientras que ahora, un solo trabajador profesional desempeña esa misma labor a tiempo completo", precisó.

El estudio, elaborado en base a entrevistas a más de 30 especialistas y representantes de los agentes empresariales e instituciones de turismo rural, recoge que la Región pasó de recibir 28.563 viajeros y registrar 103.640 pernoctaciones en 2002, a recibir 42.852 viajeros y tener 149.114 pernoctaciones en 2009, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Administración regional.

El turismo rural y ecológico, que ha experimentado un "importante desarrollo" en la Región de Murcia desde la década de los años 90, ha "mejorado sensiblemente" la calidad y la cantidad de la oferta complementaria en la última década, ya que "están tomando ciertas señas de identidad" los equipamientos y servicios relacionados con el patrimonio ambiental y cultural, como museos, centros de visitantes y ofertas de visitas guiadas, según Picazo.

De la misma forma, en los últimos diez años ha aumentado la oferta de turismo activo, con actividades en el medio terrestre, fluvial y aéreo, y se han desarrollado ejes vertebradores como las vías verdes, la Red de Itinerarios Ecoturísticos, la Red de Senderos Naturales, la Red de Senderismo y las rutas temáticas, como la Ruta del Vino, y las relacionadas con castillos y fortalezas, agua y arte rupestre.

De la misma forma, Picazo destacó la importancia de la incipiente implantación de sistemas de calidad, como las certificaciones de Compromiso turístico y la enseña 'Q', entre otras, que actualmente poseen entre 230 y las 250 empresas de este subsector. Por ejemplo, la certificación 'Q' la poseen ocho casas rurales, 64 agencias de viajes, cuatro campings, dos espacios naturales protegidos, 17 hoteles, siete oficinas de turismo, 20 playas y 24 restaurantes.

No obstante, Picazo destacó que la Comarca del Noroeste "sigue siendo, con diferencia, el principal destino de turismo rural, aunque comienza a desarrollarse el producto Valle de Ricote y Lorca-Guadalentín. En general, el autor del estudio resaltó que este tipo de actividad "evoluciona favorablemente en todas las comarcas, a excepción del litoral".

El estudio detectó, por otra parte, un "incremento progresivo" de extranjeros como usuarios del turismo rural, que pasaron de representar el 14,1 por ciento del total en 2005 al 30,6 por ciento en 2008, lo que "puede indicar el creciente interés por este tipo de producto asociado a la valoración del entorno", según Picazo, quien concretó que el turista extranjero "normalmente exige una mayor calidad, por lo que su aumento puede estar emparejado a un aumento de la calidad en los destinos rurales".

Este aumento de turistas extranjeros se desprende del estudio de la Unidad de Estudios y Estadística de la Consejería de Cultura y Turismo, que también refleja que los turistas, en general, valoran "con un notable su experiencia turística, con la mayor valoración a los alojamientos y la menor a la oferta comercial". En concreto, el autor señaló que el índice de satisfacción general alcanza una nota de 7,6 sobre 10.

Desglosado, las valoraciones pasan del 9,2 con que los turistas valoran el confort de los alojamientos, al 9,1 en relación de la calidad y el precio de los alojamientos, hasta el 8,2 de la oferta gastronómica, y el 6,3 de la oferta comercial.

Por otra parte, la estancia media se situó en 3,50 días en 2008 en la Región de Murcia, frente a los 2,99 días de la media nacional y los 3,60 días de toda Andalucía. Además, los alojamientos de turismo rural en Murcia registraron un grado de ocupación por plaza del 14,83 por ciento, frente al 14,72 por ciento de la media nacional y el 15,93 por ciento de Andalucía, aunque Picazo concretó que este último dato está sujeto "a la fuerte estacionalidad del sector".

Conclusiones y propuestas

El estudio ofreció una serie de propuestas encaminadas a consolidar el sector que, tras el importante impulso de la década de los 90 "experimenta actualmente una cierta desestructuración interna, y los agentes perciben un menor apoyo público en comercialización y promoción", por lo que el autor del estudio reclamó un "mayor impulso por parte de las administraciones públicas".

A su juicio, mejorar la promoción y comercialización "puede conseguirse a través de la creación de una imagen de marca regional para el turismo rural y de naturaleza que supere la imagen compartimentada y actúe de paraguas para el producto regional de cara a su promoción y posicionamiento en el mercado".

De la misma forma, Picazo estimó que "sería necesario desarrollar acciones específicas de promoción para el turismo rural y de naturaleza de la Región de Murcia, así como implementar un sistema regional de información y reservas que integre la diversidad de la oferta y facilite su comercialización, y mejorar el posicionamiento de la oferta en webs turísticas institucionales".

El estudio también propone articular mecanismos de regulación y control de la oferta de turismo rural a la demanda actual y potencial, que permitan generar una imagen de excelencia con distintivos, así como controlar el importante intrusismo que sufre el sector en la Región de Murcia, y una mayor coordinación y estructuración de la oferta".

De la misma forma, Picazo determinó que el modelo de gestión de consorcios turísticos "puede constituir un buen referente de promoción", aunque actualmente "tienen un poco menos de vigencia". De la misma forma, propuso el asociacionismo empresarial, así como la profesionalización del sector y la formación reglada.

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