El paro, de carácter indefinido, se inició a las 22.30 horas de ayer y está previsto que sea secundado por los 140 operarios de Urbaser en la ciudad compostelana.

Su objetivo es lograr una ordenación de los descansos sin reducir la jornada laboral, de forma que se trabaje seis días seguidos, incluidos los festivos, y se libre tres. En la actualidad el horario es de lunes a sábado y sólo trabajan festivos cuando coinciden dos seguidos.

También reivindican que el personal contratado para cubrir prejubilaciones pueda optar, cuando finalice el contrato, a una plaza vacante cuando la haya. Asimismo, demandan un incremento salarial, aunque, como aclaró Nieves Pereira, ésta no es una cuestión principal.

El responsable del comité de empresa lamentó las molestias que la huelga indefinida pueda causar a ciudadanos y turistas, aunque justificó su protesta por la falta de disposición de Urbaser a dialogar con los trabajadores. Al respecto, señaló que los servicios mínimos fijados por el Ayuntamiento hacen que la jornada laboral supere las horas habituales.