Unas 200 personas están siendo atendidas por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife por no contar con medios para comer, ni un lugar en el que vivir entre el albergue municipal y algunos establecimientos hoteleras, además, algo más de 40 siguen haciendo su vida en las calles, pues no 'aceptan' la oferta de la corporación local.

Así lo ha reconocido hoy el concejal responsable de Bienestar Social de la capital de la isla, Ignacio González, que junto al alcalde de la ciudad, Miguel Zerolo, presentaron hoy el proyecto de ampliación de las dependencias del "único albergue municipal-insular" de Tenerife, cuyas primera fase comenzará "en breve" y estará terminada a comienzos de 2011.

González aseguró que con la crisis el albergue se encuentra "a tope" y por primera vez las 100 plazas de las que dispone están llenas. Apuntó además, que fruto del compromiso del Ayuntamiento de no dejar a nadie en la calle, se han firmado acuerdos con establecimientos hoteleros que acogen a otras 100 personas. Reconoció que hay unas 40 personas que siguen en las calles.

"Hay un seguimiento de la Unidad Móvil de Acercamiento. Hay días que vienen al albergue se asean y duermen una noche, pero vuelven a la calle", indicó el concejal responsable. Asimismo, reconoció que se han "disparado" las ayudas al alquiler en la ciudad. Adelantó que se están modificando las prestaciones para "aumentar los límites" y tratar de garantizar que las familias no tengan que abandonar sus casas.

Un millón del plan e y sin sacar a nadie

El proyecto que se ha presentado hoy en Santa Cruz contará con dos fases, la primera tendrá por objeto la modernización de las instalaciones en su conjunto, se adecuará, por ejemplo, la plaza principal de entrada para que la gente no espera en la calle. Además contemplará la ampliación del comedor que actualmente dispone de 36 plazas (72 porque hay dos turnos de comida), pasando a 80 tras la obra. La creación de nuevos baños, y guardarropas también están en el proyecto que ha diseñado el arquitecto del Instituto de Municipal de Atención Social, Germán Delgado.

La obra costará 1.191.000 euros a cargo de los fondos del Plan E y, según González, durante los trabajos no se dejará a nadie en la calle, sino que permanecerá abierto, con ligeros cambios, según defendieron desde la corporación municipal. "Mientras duren los trabajos no se pueden interrumpir los servicios", apuntó González que insistió en que se aprovechará un piso que ahora funciona de cuarto trastero como soporte para garantizar los servicios.

En cuanto a la segunda fase, comenzará el próximo año y contemplará la construcción de 18 apartamentos de una y dos plazas que serán tutelados por los trabajadores sociales, logrando al final "duplicar" la capacidad de alojamiento. Apuntaron también que habrá un centro de día para capacitar a las personas que pernoctan en el albergue con el fin de lograr su reinserción social, además habrá nuevas dependencias para la UMA y la Unidad Técnica Social en la capital de la isla. La obra pasará de los 2.387 metros cuadrados a más de 5.000.