Los peritos que declararon hoy en el juicio que se celebra con jurado popular en la Audiencia Provincial de A Coruña contra Marcos G.G., de 34 años, acusado de la muerte de un vecino, José M.H, en julio de 2008 en A Coruña, en el conocido como "crimen de Monelos", afirmaron hoy que padece un trastorno de personalidad que afecta "de forma leve" a sus capacidades cuando consume alcohol.

En su declaración, descartaron que el procesado sea un enfermo mental, aunque señalaron que tiene "un trastorno mixto disocial y límite de personalidad". A preguntas del fiscal sobre si se ajustaba al perfil de una persona "desalmada" o un "psicópata", los peritos coincidieron en esta descripción y aseguraron que este tipo de personas "saben lo que hacen y lo buscan".

Por otra parte, al igual que los policías que lo detuvieron, coincidieron en que cuando hablaron con él, el mismo día en que se cometieron los hechos, estaba "consciente" y "colaborador". Asimismo, señalaron que no presentaba síntomas de abstinencia, "ni se le veía deterioro psíquico", indicaron. Además, relataron que les explicó que le dijo a la víctima que si se reía de él "le metía dos disparos".

En el juicio, prestaron también declaración peritos de la Policía, que confirmaron que los disparos se realizaron frontalmente y aproximadamente a un metro de la víctima. Los forenses confirmaron también que la herida que presentaba el fallecido "era mortal", apuntaron.

También hoy prestó declaración un tío del acusado, que aseguró que solía salir armado a la calle con palos o cuchillos "porque decía que tenía miedo". Además, indicó que "se exalta fácilmente" y confirmó que tenía antecedentes por agresión.

El fiscal pide para Marcos G.G penas que suman 17 años de prisión por los delitos de asesinato, tenencia ilícita de armas y contra la seguridad vial, petición que la acusación particular eleva a 20 años de prisión. La defensa, por su parte, solicita que se tenga en cuenta como atenuantes sus problemas psiquiátricos y de alcoholismo.