El hombre, condenado anteriormente por un delito de maltrato en el ámbito familiar, aseguró que lo que le está pasando "es una locura". Explicó que los días en los que supuestamente abusó de su hija, estuvo "casi todo el tiempo" acompañado por más gente, en el bar en el que trabaja.

Así, indicó que el día 8 de septiembre de 2007 recogió a su hija del punto de encuentro sobre las 11.00 horas, y se la llevó al bar. Una vez allí, el dueño le pidió que se quedara todo el día porque tenía una boda, y él accedió. Antes, llamó a su otra hija para que se presentara en el local y se hiciera cargo de la menor. Cuando se hizo la hora, la llevó al lugar donde la había recogido. De esta manera, insistió en que no estuvo a solas con ella.

El 22 de septiembre, explicó que fue "la misma operación", es decir, recogió a la menor y se la llevó al bar. Luego subió a comer a su casa, puesto que su mujer le había preparado comida, estuvo allí media hora o 45 minutos, y luego estuvieron en el parque. Más tarde la llevó al punto de encuentro. En este punto, le recordaron que su mujer declaró anteriormente que estuvo en casa de tres a cuatro horas, versión que contradice a lo que ha afirmado.

Indicó que él no le hizo nada a la niña, y afirmó que "todo lo que está pasando es cosa de adultos". "Ella copia lo que le han dicho, y eso se lo ha dicho alguien, una persona adulta". Así, concluyó que todo se debe a que su ex compañera le quiere "hacer una venganza". "No le hice absolutamente nada, soy inocente de todo lo que se me acusa", reiteró. Ella, agregó, "es lo que más quería".

Frente a su versión, la madre explicó que puso la denuncia después de que observara un comportamiento extraño en la menor. Expuso que tras las dos visitas con su padre, la niña no quería que le tocara sus partes íntimas cuando le duchaba, y empezó a decir a sus compañeros de clase que quería hacer el amor con ellos, y les daba besos.

Afirmó que su hija se volvió "muy agresiva" y que un día escuchó como le decía a su hermana mayor que había hecho el amor con Félix, es decir, el acusado. Por este motivo, la llevó a que la examinaran algunos psicólogos y puso la denuncia.

Por todo, el ministerio fiscal pide una pena de 14 años de prisión para el acusado por un delito de violación, y la prohibición de acercarse con la menor durante 17 años. En concepto de responsabilidad civil, reclama una indemnización de 12.000 euros para la madre por el perjuicio moral.