El Reino Unido, ante las elecciones más inciertas de las últimas décadas

  • La clave electoral: el voto protesta y la abstención.
  • El partido Liberal-Demócrata, que supone el fin del bipartidismo entre laboristas y conservadores, podría tener la llave del Gobierno.
  • El pueblo británico castigaría el escándalo de las arcas públicas y la invasión en Irak, según los sondeos.
  • ENCUESTA: ¿Quién crees que ganará las elecciones en Reino Unido?
    Nick Clegg, Gordon Brown y David Cameron
    Nick Clegg, Gordon Brown y David Cameron
    Nick Clegg, Gordon Brown y David Cameron

    Los efectos electorales del voto protesta contra el gobernante Partido Laborista y del hastío con la clase política en general es una de las grandes incógnitas de los comicios que se celebran este jueves en el Reino Unido.

    Unos 45 millones de ciudadanos están llamados a las urnas para participar en las elecciones más reñidas de la historia reciente del país, en las que lo único cierto es el final del bipartidismo de laboristas (liderados por Gordon Brown, actual primer ministro) y conservadores (liderados por David Cameron)

    El enigma es descubrir si el descontento de los laboristas se traducirá en abstención o voto útil al Partido Liberal Demócrata de Nick Clegg, que se podría convertir en el King maker –el que tiene la llave del futuro gobierno– en caso de que ni laboristas ni conservadores pudieran gobernar en solitario.

    También falta despejar la incógnita de si la ya catalogada como cleggmanía es un simple fenómeno televisivo –medio al que debe su arrolladora popularidad– o una alternativa real. Lo cierto es que además de ser atractivo y elocuente, Clegg no está contaminado por el escándalo de los gastos de los diputados. Es este un tema que generó una profunda desconfianza del pueblo británico hacia los políticos y del que nadie se ha atrevido a pronosticar cómo influirá en el nivel de abstención social.

    Además, la guerra de Irak y el actual conflicto afgano, han alejado a muchos votantes laboristas de su partido y algunos podrían recompensar a los liberaldemócratas por haber sido los únicos que se opusieron a la invasión.

    Sin vencedor

    El Reino Unido podría vivir varios días de lucha por el poder entre Brown y Cameron si ninguno de los candidatos consigue la mayoría absoluta. La ley no obliga a un primer ministro derrotado a dimitir, aunque el Parlamento puede forzar su salida si rechaza su programa de Gobierno o aprueba una moción de censura.

    En ese caso, Brown podría pedir a la reina unas nuevas elecciones –poco probable–, pero el monarca puede designar como primer ministro a otro candidato con opciones de conseguir el apoyo de los Comunes. Los sondeos hacen presagiar el fin de la hegemonía del laborismo –en el Gobierno desde hace 13 años–, pero la confusión electoral convierte en posible cualquier opción.

    Los 50.000 colegios electorales repartidos por todo el país estarán abiertos entre las 7 de la mañana y las 10 de la noche (entre las 06.00 y las 21.00 horas GMT), y los primeros resultados significativos no se conocerán hasta bien entrada la madrugada.

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