Cotino realizó estas declaraciones en la inauguración de la jornada 'Visiones del Agua' organizada en el marco de la Cátedra Fundación Agua y Progreso-Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y en la que también participó el científico australiano y presidente de la Asociación Internacional del Agua (IWA), David Garman, según informó la Generalitat en un comunicado.

Según Cotino, el experto australiano señaló que la "solución" del futuro de los territorios, desde el punto de vista medioambiental y del ser humano, "se basa en la realización de los trasvases de agua, siempre que sea factible".

"Y es que —continuó— sin el agua de los trasvases, esencialmente de las aguas sobrantes del Ebro, nuestro territorio, por el que trabajamos desde la Generalitat, se convertirá justo en lo contrario de lo que queremos. Si no se soluciona la problemática del agua, nuestra Comunitat, en el futuro, dejará de ser productiva y verde".

Asimismo, el vicepresidente tercero anunció que mañana mismo viajará a Bruselas para presentar y entregar un informe ante las autoridades europeas que ha sido realizado por empresarios valencianos y en el que se demuestra la necesidad de los trasvases a la Comunitat. "Creemos que el cambio climático va unido a que haya agua en nuestras costas. Si no tenemos agua, los efectos del cambio climático en nuestro territorio serán mucho más importantes", apuntó.

Según Cotino, se constata en este informe que "el agua de tormentas se genera el 80 por ciento en el mar, pero un 20 por ciento se produce si en la franja de los primeros 50 kilómetros de la costa hay agua. Algo que se consigue teniendo cultivos de regadío y para ello necesitamos el trasvase del Ebro", destacó.

Este trasvase, en opinión del conseller, crearía "más de 500.000 puestos de trabajo y resultaría una buena solución para superar el momento actual tan delicado, con los niveles de desempleo tan elevados". "El Gobierno debería darse cuenta de es el momento de rectificar y abrir el grifo que le cerró a la Comunitat con la derogación del trasvase del Ebro, porque las crisis económicas se resuelven con sentido común, viendo las necesidades que tenemos todos los españoles y no haciendo filosofía ideológica que lo único a lo que nos está llevando es a la ruina", opinó.

Por su parte, en su intervención, Garman indicó que los elementos "clave" que debe reunir un trasvase intercuencas son "sostenibilidad, calidad medioambiental y bienestar económico general". Aspectos que, "sin duda, se cumplen en su totalidad en el proyecto de trasvase del Ebro", insistió.

"época de incertidumbre"

"Estamos en una época de incertidumbre y el cambio climático exige la toma de decisiones tajantes, porque, de lo contrario, sucederá una catástrofe de dimensiones dramáticas", consideró el científico australiano, quien agregó que "la sequía que provoca el cambio climático exige un cambio de políticas hídricas y un nuevo marco para debatir dónde hace falta construir nuevos trasvases".

Tras realizar un estudio "objetivo e independiente" sobre el proyecto del trasvase del Ebro, este experto concluyó que este trasvase del Ebro "cumple las mejores prácticas internacionales", así como la normativa vigente, tanto autonómica como nacional, y "va a ser esencial, teniendo en cuenta el cambio climático".

"Los trasvases hídricos forman parte de la historia de Australia", explicó Garman, e indicó que el primer trasvase se realizó al sur del país, concretamente a la ciudad de Adelaide, y con una longitud de 400 kilómetros. Según dijo, "en Australia, los trasvases intercuencas sostienen el regadío, así como el abastecimiento de las ciudades y las industrias, frente a instrumentos como la desalación, ya que es más costosa tanto a nivel económico como energético".

Después de haber estudiado las características de la cuenca del Ebro y del resto de cuencas mediterráneas, Garman declaró que "de estar en Australia, nosotros habríamos ejecutado el trasvase del Ebro por una cuestión de mero sentido común".

Por su parte, el director de la Fundación Agua y Progreso, José Alberto Comos, destacó "los casi 515.000 empleos que se crearían con la construcción del trasvase del Ebro, el 83 por ciento de los cuales sería estable", dijo en referencia al informe elaborado por el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (INECA), por encargo de la patronal Cierval y la Fundación Agua y Progreso.