Corbacho destacó que esta distinción no sólo se entrega a la persona, sino a la "causa" que está detrás de ella, que hacen al párroco "merecedor" del galardón. En este sentido, Bustio consideró también que, "en el fondo", el "mérito" es del "esfuerzo colectivo" realizado en distintos ámbitos.

En el acto, al que asistieron los presidentes del Gobierno y Parlamento regional, Miguel Ángel Revilla y Miguel Ángel Palacio, entre otros, el ministro explicó que descubrió la función de los sacerdotes durante su etapa como alcalde de Hospitalet de Llobregat.

Según relató, en aquella época había "pleno empleo" en el municipio, aunque no "plena felicidad", ya que existía "una especie de cuarto mundo" y, para estas personas, la administración era "algo lejano". Sin embargo, "había unas puertas que nunca estaban cerradas", las de la parroquia, un espacio para el "compromiso y la colaboración", según dijo.

Tras confesar que en su época de regidor era "enemigo" de la concesión de medallas y colocación de placas, Corbacho reconoció que con su llegada al Ministerio se dio cuenta de que detrás de estos reconocimientos hay siempre una "historia digna", que si bien "a veces se escribe con letra pequeña", es "una gran historia".

En relación al "momento complejo y difícil" actual, el ministro enfatizó que "en la vida nada es gratis" por lo que "hay que trabajar y esforzarse".

Por su parte, Bustio Crespo agradeció la concesión de la Medalla e indicó que el mérito de su labor no es "exclusivamente" suyo. En su intervención, repasó su trayectoria. Recordó que en los "difíciles" años de la Dictadura la gente del Barrio de San Francisco en Santander se unió "por encima" de ideologías y diferencias religiosas o de edad, y se llegó a crear una escuela.

También se refirió a sus viajes por todo el mundo que inició hace medio siglo y que cada día iban adquiriendo una dimensión "más solidaria", lo que permitió crear lazos de unión con el tercer mundo. Esos viajes le han permitido hacer más de 80.000 fotografías que, gracias al apoyo del Gobierno regional, se han digitalizado para poder mostrarlas en una página web.

El párroco cántabro recordó también la creación del albergue de acogida de Güemes, en Bareyo, su localidad natal y que, según dijo, es "un orgullo para todos" y el "más importante" del Norte de España, desde Irún a Santiago de Compostela.

En este sentido, precisó que si bien no es el mejor dotado, sí es donde los peregrinos se sienten "más a gusto" y "descubren" el verdadero "sentido" del camino, es decir, el encuentro y convivencia con la gente y compartir "lo poco que se lleva encima".

Al acto también asistieron la vicepresidenta del Ejecutivo y consejera de Empleo y Bienestar Social, Dolores Gorostiaga, y el delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, quien valoró las acciones "desinteresadas" del párroco en favor de los demás. Así, con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo se reconoce una trayectoria y "un modo de vida honesto y solidario".

Ernesto bustio

Nacido en 1937, Ernesto Bustio estudió latín y filosofía, y más tarde teología en el seminario. A los 20 años comenzó a viajar, contactó con otra realidad social, y a su vuelta trabajó como cura-obrero en el barrio santanderino de San Francisco.

Ha sido párroco en Tresviso y Santander, además de trabajar durante varios años en América Andina. A su regreso a España, ha creado varias ONG dedicadas a proyectos de ayuda al Tercer Mundo.