Actualmente, el 092 tiene un único coche de estas características. Opera las 24 horas y está situado en diferentes lugares del casco urbano. «El radar envía denuncias por exceso de velocidad todos los días», advierten desde la Policía Local, que recuerda que el límite de velocidad en vías urbanas es de 50 km por hora y que las sanciones oscilan entre los 140 y 300 €.

Pero además del móvil, la Guardia Civil tiene instalada una red de radares fijos en lugares estratégicos. Entre las zonas de mayor vigilancia destacan las vías de entrada y salida de la ciudad como la avenida de Alfonso Molina, donde la velocidad está limitada a 80 km/h. Además, aquí sí hay señalización específica que advierte de la existencia de radares.

Y es que los excesos de velocidad fueron la causa directa de 86 accidentes de circulación dentro del casco urbano en 2004, según la memoria de la Policía Local.

Junto al coche radar, el Ayuntamiento adquirirá también una nueva furgoneta. Con estas dos nuevas incorporaciones, el parque móvil de la Policía Local estrenará el año con un total de 42 vehículos.