PP reprocha al Gobierno que centre los ajustes en gasto social y PSOE y PRC le acusan de buscar rédito político

Rechazadas iniciativas para la modificación del Plan de Reequilibrio Financiero y la remisión de inversiones extrapresupuestarias

La diputada regional del PP Cristina Mazas reprochó hoy al Gobierno regional que los ajustes de gasto necesarios para cumplir con el Plan de Reequilibrio Financiero de la Comunidad Autónoma se centren "sólo" en las prestaciones sociales porque, a su juicio, "exigir austeridad sólo a los que menos tienen es una locura y una auténtica vergüenza".

Sin embargo, socialistas y regionalistas defendieron la necesidad de "priorizar" en la coyuntura actual y acusaron al PP de "manipular" datos para generar "alarma y descontento social" con el fin último de obtener un "rédito" político y electoral.

Así se manifestaron unos y otros en el Pleno del Parlamento de esta tarde al debatir dos iniciativas del Partido Popular que pedían la modificación del Plan de Reequilibrio Financiero y la remisión al Parlamento de las inversiones extrapresupuestarias, dos propuestas que fueron rechazadas con los votos de PRC y PSOE.

En su intervención, la diputada 'popular' Cristina Mazas cuestionó la política económica de un Gobierno que, "entre la crisis" y su "pésima gestión", no tiene dinero "para nada" y, para atajar el déficit y cumplir los objetivos de estabilidad, ha optado "por el recorte de prestaciones sociales", dentro de una "austeridad mal entendida".

Dicen que estamos en una "buena situación económica, pero suben los impuestos y recortan las prestaciones". "Seguramente sea para celebrarlo", ironizó Mazas, quien lamentó además el "pacto intergeneracional" que defiende el consejero de Economía y Hacienda, Ángel Agudo, para que las generaciones futuras contribuyan al pago de las inversiones que van a disfrutar, en definitiva, que "arree" quien venga detrás.

La diputada del PP criticó especialmente el aumento del copago a los beneficiarios de las prestaciones de la Ley de Dependencia, así como el "drástico" recorte de la paga de 100 euros, unidos a otros recortes que se aplican "sólo en prestaciones sociales" y que "de ninguna manera" afectan a la estructura de la Administración ni al "emporio empresarial público".

Según dijo, "seis de las siete medidas" de ajuste del Plan de Reequilibrio Financiero son para "rebajar" prestaciones sociales y, en su opinión, "no es justo" cargar "el ajuste de esta crisis sobre los que menos tienen".

Por ello, propuso una modificación de dicho plan para sustituir los recortes en prestaciones por una reducción de las transferencias corrientes al sector público empresarial, siempre y cuando no estén vinculadas a las políticas del estado del bienestar. La iniciativa, sin embargo, no salió adelante.

Hay que priorizar

La socialista Cristina Pereda afirmó que en estos momentos "toca apretarse el cinturón" y "priorizar" en el gasto, y defendió por ello que determinadas políticas que en periodo de bonanza han sido universales se gradúen ahora en función de criterios de renta. "No es posible el café para todos", apostilló.

Además, aseguró que la iniciativa del PP se basa en "una auténtica falacia" y recalcó que el actual Gobierno "ha dado la vuelta a los servicios sociales" en Cantabria, apuesta "con fuerza y convencimiento por los que más lo necesitan y va a seguir haciéndolo". Frente a ello, acusó a los 'populares' de pensar "siempre" en la obtención de "algún rédito político" sin importarles crear para ello "alarma social".

También abundó en esta idea la regionalista Rosa Valdés, que acusó al PP de utilizar los datos "de manera sectaria en beneficio del interés del partido y del rédito político", y de mostrarse siempre "combativo y demagogo" frente a las acciones del Gobierno.

Valdés destacó que las políticas sociales "son el eje de la acción prioritaria del Gobierno" y pidió a la oposición que no les dé "recetas neoliberales a ultranza" que allí donde gobiernan resultan "un fracaso, amputan derechos y acentúan las diferencias entre los ciudadanos".

Plan de choque

Similares argumentos utilizaron los tres grupos a la hora de debatir la otra iniciativa económica planteada por el PP en la sesión plenaria, la que proponía instar al Gobierno a remitir a la Cámara para su aprobación cualquier plan de inversión extrapresupuestaria.

Cristina Mazas volvió a incidir en la falta de recursos para financiar el Plan de Choque en Infraestructuras e insistió en que el Gobierno regional ha "engañado" al Ministerio de Economía al no incluir esas inversiones en la elaboración del Plan de Reequilibrio Financiero, ya que, según dice, deben computar como déficit.

Pero además, cuestionó la capacidad inversora que, a su juicio, ha llevado al Gobierno a afrontar una política "publicitaria" diciendo que se van a invertir muchos millones de euros cuando, "en realidad, no hay dinero para ello". Y además, "para pagar esa publicidad, lo ha sacado de las ayudas sociales". "Prefieren lo suntuario y lo superfluo a las medidas sociales", recriminó Mazas.

Por su parte, el regionalista Rafael de la Sierra negó que para cumplir el Plan de Reequilibrio Financiero "se acabe con las políticas sociales" o que el Plan de Choque vaya a computar como déficit. Igualmente, tachó de "falacia" la idea de que el ahorro necesario para el ajuste de gastos pueda salir sólo de recortes en altos cargos y empresas públicas.

Además, consideró "justo" que las ayudas sociales sean progresivas, destacó que pese al ajuste Cantabria seguirá estando "en cabeza de España" en prestaciones sociales y lamentó que el "único objetivo" del PP con sus afirmaciones es "obtener rentabilidad política".

También el socialista Francisco Fernández Mañanes coincidió en esta idea. "Su único objetivo es que todo vaya peor y esperar para ver cómo recaudan más votos", reprochó a los 'populares', pero también les advirtió de que los ciudadanos "se lo harán pagar".

El portavoz del PSOE acusó a la oposición de poner "zancadillas" al Gobierno y "preocuparse únicamente por el botín electoral", utilizando "la mentira, la manipulación y la demagogia como única arma" y "sembrando la desconfianza, perjudicando los intereses de todos los cántabros y poniendo en duda la solvencia económica" del Gobierno.

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